Rusia conmemoró ayer la victoria sobre el Ejército alemán en 1945 con una nueva demostración de fuerza en la Plaza Roja, donde 20.000 militares desfilaron seguidos de decenas de tanques y enormes lanzaderas móviles de misiles estratégicos. La victoria aliada se festeja el 9 de mayo en los territorios de la antigua Unión Soviética, ya que la capitulación se firmó en la noche del 8 de mayo en Berlín, que ya era día 9 en Moscú. El desfile comenzó por la revista de tropas por parte del ministro de Defensa, Anatoli Serdioukov. En la tribuna, con el primer ministro, Vladimir Putin, detrás de la muralla del Kremlin, el presidente, Dmitri Medvedev, rindió homenaje a los ex combatientes presentes en el acto. «El pueblo defendió su tierra y liberó al mundo del nazismo, y cuanto más tiempo pasa, mayor es la conciencia de la hazaña de esta generación», afirmó Medvedev. «Los veteranos mostraron fidelidad a la patria y nosotros debemos guardarlo en la memoria», añadió en su discurso.

El desfile de tropas fue seguido del de carros de asalto, baterías de misiles y varias lanzaderas de misiles estratégicos Topol-M, unas gigantes maquinarias de cientos de toneladas que atravesaron Moscú en medio de un terrible rugido. Desde 2008 Rusia ha recuperado la tradición de las demostraciones de fuerza de la época soviética.