Representantes de SEA se reunieron en la mañana de ayer con los sindicatos del Metal para proponerles que las nuevas condiciones de los más de 10.000 profesionales del sector pasen por la desvinculación de los salarios «de indicadores ajenos a la productividad», como por ejemplo la evolución de los precios.

El objetivo, según la patronal, es «garantizar la competitividad del tejido productivo y su nivel de empleabilidad».

En cuanto a la jornada laboral, SEA propuso a los sindicatos aumentarla en cinco horas anuales por cada año de vigencia del convenio (2011, 2012 y 2013), de forma que pasarían de las 1.735 actuales a 1.750 en 2013.

Por otro lado, SEA exigió aumentar la bolsa anual de horas de disponibilidad de las 70 actuales a 100 horas.

En lo que respecta al contrato de relevo, la patronal alavesa planteó suprimir el permiso de 240 horas anuales porque, a su juicio, constituye «un posible fraude de ley».

También propuso a los sindicatos que el contrato de obra o servicio determinado tenga una duración máxima de cuatro años.

Estos planteamientos obtuvieron el rechazo unánime de todos los sindicatos. La Federación de Industria de CCOO de Euskadi pidió la retirada «inmediata» de la propuesta y acusó a la patronal de pretender «asiatizar» las condiciones de trabajo en la industria alavesa.

A juicio de CCOO, la propuesta de la patronal alavesa «es una burla» para los trabajadores del sector y criticó que ésta sea la «recompensa» a años de «esfuerzos y sacrificios» después de soportar «centenares de expedientes de regulación de empleo, despidos, descuelgues salariales y una enorme incertidumbre ante la crisis».

El sindicato ELA acusó a la patronal de «bloquear» la negociación sobre el convenio y de «culpar de la crisis a trabajadores que no ganan ni mil euros al mes».

El sindicato abertzale alertó de que lo quiere la patronal alavesa es que no sea posible el acuerdo y así aprovecharse de las «bondades que desde Madrid les puedan venir» como la «cercana firma del primer convenio estatal del Metal» negociado por CCOO y UGT.

LAB, por su parte, denunció la «nula» voluntad del SEA para negociar mejoras en el convenio y advirtió de que su propuesta supone «introducir profundos recortes» y «profundizar en la precariedad», por lo que consideró que son necesarias movilizaciones para exigir un convenio digno.