Jon Abril ha lanzado la idea de extender NaBai al resto de Euskal Herria. ¿A qué se refiere? ¿A una NaBai con su conformación actual, con PNV y Aralar?

NaBai es plural y transversal. Lo que dijo Jon Abril -y que ha matizado, con acierto, Rebeka Ubera- es que hay que tener capacidad para entenderse en busca de la eficiencia política no sólo entre partidos de izquierdas y abertzales. Ese es el mensaje fundamental. Esta idea constituye una de las dos grandes aportaciones de Nafarroa Bai. La segunda es haber conseguido apuntalar una respuesta moderna y de futuro al complicado asunto de la territorialidad.

Entiendo, entonces, que esa NaBai extensa sí que incluye al Partido Nacionalista Vasco.

No hablamos de una NaBai extensa, sino de utilizar el ejemplo. Resulta evidente que todos los abertzales estamos llamados a determinados acuerdos. Euskal Herria debe convertirse en una realidad social en la que la dialéctica política de derecha e izquierda sea una dinámica dentro del mundo abertzale. Como todos los pueblos, necesitamos partidos de izquierda y derecha, así como una izquierda amplia, por cuya creación trabaja Aralar. NaBai es la mejor solución que se ha dado a la territorialidad y, sobre todo, ha logra- do una nueva visión de Nafarroa desde una política dinámica y abierta a todos los sectores. Es decir, somos capaces de vencer al navarrismo tradicional y excluyente de UPN.

¿Están ustedes contentos con el actual abanico electoral navarro, con el voto abertzale dividido en dos coaliciones, Bildu y NaBai?

Nosotros estamos muy satisfechos con el resultado. Creemos que en Nafarroa la conformación de dos propuestas electorales es más realista y va a tener una mayor representación. En Iruñea esto es muy claro. En las pasadas elecciones, ANV sacó dos concejales y NaBai ocho. La suma es diez. Nunca los abertzales habíamos tenido tantos concejales. La única vez que nos acercamos fue en 1979, cuando Herri Batasuna, en una lista que yo me enorgullezco de haber liderado, logró siete concejales y el PNV, dos. En total fueron nueve. El número de escaños posibles para los abertzales se multiplica con dos opciones. Ocurre así porque hay muchos electores que no votarían, bajo ningún concepto, a determinadas formaciones. Además, hay un electorado fidelizado en Bildu y NaBai que no tragaría con otras coaliciones. La forma es correcta y beneficiosa. Por otra parte, somos fuerzas diferentes y, en este punto, NaBai es la única fuerza capaz de llegar a acuerdos. Bildu, hoy por hoy, no tiene esa capacidad. Ojalá mañana sí.

¿Todavía confían en un acuerdo de Gobierno con el PSN de Roberto Jiménez?

En 2007, el acuerdo se firmó. Nosotros fuimos leales y seremos siempre leales y discretos sobre la negociación. Ese pacto se habría llevado a la práctica, si el PSOE de Madrid no se hubiera echado atrás por motivos partidistas y electoralistas. A mí me llamó Fernando Puras [entonces candidato del PSN] para avisarme de que José Blanco iba a dar el anuncio y para comunicarme también que Blanco daría la rueda de prensa solo. Nosotros nos debemos a nuestras convicciones y estamos convencidos de que debemos volver a propiciar ese acuerdo.

¿Qué hace falta para que cuaje?

Si NaBai sale fortalecida, el acuerdo con el PSN se llevará a efecto, porque han dejado de existir las razones por las que antes fue imposible. Ese acuerdo debe ser plural y transversal, debe aglutinar a diferentes ideologías y concepciones identitarias. En definitiva, debe poseer un espíritu contrario al de la ultraderecha excluyente que propugna el Gobierno de UPN. Además, considero que NaBai va a poner al PSN frente a su propio electorado. De hecho, nuestro mensaje obliga al PSN a acentuar sus promesas de cambio y de un gobierno diferente. El 22 de mayo por la noche, los números obligaran al PSN a intentar ese gobierno distinto, el que conviene a Nafarroa.

En el plano municipal, ¿a día de hoy se prefiere pactar con Bildu o con el PSN?

No hay ninguna oferta de pacto preelectoral ni de Bildu, ni de PSN, ni de Izquierda-Ezkerra. Nosotros hemos dejado claro que no pactaremos con UPN, y ellos, que no pactarán con NaBai. No se ha dicho nada más. Nosotros tenemos relaciones con los que quieren tener relaciones con nosotros. Batasuna no se reúne con Aralar desde septiembre de 2010, a pesar de que ha habido varias peticiones.

Sorprende esa afirmación...

No ha habido reuniones bilaterales, pero porque ellos no han querido. En mesas multilaterales nos hemos reunido casi cada semana. Hemos sacado adelante el Acuerdo de Gernika, que constituye no solo un logro sino también un orgullo. Un texto que hay que defender en su integridad.