La huelga general paraliza en Grecia el transporte, la sanidad y la educación
Miles de personas respondieron ayer a la convocatoria de manifestaciones en el centro de Atenas, en una jornada de huelga general que paralizó el transporte por tierra, mar y aire y que dejó inactivos o en servicios mínimos la educación, la sanidad y la Administración pública en Grecia. El paro general, el segundo en este año, fue convocado contra el nuevo plan de austeridad con el que el Gobierno quiere recaudar 76.000 millones de euros hasta 2015.
GARA | ATENAS
«Que la crisis la pague la plutocracia y no el pueblo» o «Pueblo, no bajes la cabeza y no te dejes vencer» eran algunos de los lemas coreados por los 9.000 manifestantes que, según fuentes policiales, desfilaron por las calles del centro de Atenas, aunque en otros puntos de la capital se llevaron a cabo más movilizaciones en las que participaron unas 20.000 personas.
El paro general fue convocado por la Confederación de Trabajadores de Grecia y el Sindicato de Funcionarios Civiles para protestar contra el nuevo plan de austeridad del Gobierno.
«No permitiremos que nos roben nuestro trabajo, el pan de nuestros hogares y que reduzcan el personal en las empresas», declaraba a la agencia Efe un funcionario de la compañía de ferrocarriles, una de las que se enfrentará a recortes de plantilla.
La manifestación se desarrolló sin incidentes, aunque algo antes de su finalización la Policía empleó gases lacrimógenos para dispersar, según dijeron, a un grupo de manifestantes que incendió mobiliario urbano y que les atacó con piedras.
Según varios testigos presenciales, los policías golpearon al menos a cinco personas que fueron trasladadas en ambulancia a hospitales cercanos. En total, fueron arrestadas 24 personas en estos incidentes.
Incidencia generalizada
La huelga paralizó el transporte por mar y ferroviario, obligó a cancelar cientos de vuelos y mantuvo a la asistencia sanitaria en servicios mínimos.
Los colegios, las guarderías y las oficinas públicas estuvieron cerrados y también los periodistas se pusieron en huelga en protesta contra la ola de despidos, la reducción de salarios y el cierre de medios, por lo que Grecia sufrió ayer un apagón informativo generalizado.
La huelga coincide con el primer aniversario de la introducción de los primeros recortes por parte del Gobierno del primer ministro socialista Yorgos Papandréu, que quiere adoptar la semana que viene nuevas medidas de austeridad y privatizaciones.
«La gente ha demostrado su profundo descontento y su preocupación por el nuevo paquete de medidas que el Gobierno pretende implementar», declaró a Efe Sotiris Xenakis, un portavoz del sindicato de funcionarios Adedy.
Precisamente, el consejo de ministros revisaba ayer las nuevas medidas para recaudar unos 76.000 millones de euros hasta 2015, que serán tramitadas en el Parlamento el 18 de mayo.
El programa a medio plazo incluye la privatización de empresas estatales y recortes adicionales en el sector público, entre ellos reducir la plantilla de funcionarios en unas 30.000 personas y alquilar o vender parte de la propiedad inmobiliaria del Estado.
El Gobierno también plantea un proyecto para frenar la evasión de impuestos, que representa actualmente más del 30% del PIB, con el fin de obtener otros 12.000 millones de euros.
Grecia ha vuelto a las prioridades de la agenda europea, tras la celebración de una reunión secreta el viernes en Luxemburgo, en la que se evaluó la posibilidad de aumentar la ayuda al país (más allá de los 110.000 millones de euros aprobados en mayo de 2010), en caso de que no pueda volver a financiarse normalmente en los mercados en 2012 debido a los altos intereses que se siguen pagando por sus bonos un año después del rescate.
Preguntado por si la Unión Europea está dispuesta a aumentar los préstamos a Grecia, el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios del Ejecutivo comunitario, Amadeu Altafaj, reiteraba ayer que la Unión Europea se ha comprometido a «hacer lo que sea necesario» para garantizar «la estabilidad financiera de la zona euro y, por lo tanto, de Grecia».
Una misión de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional se encuentra en Atenas desde el pasado 3 de mayo para efectuar la evaluación trimestral del programa de asistencia financiera internacional al país y aprobar el desembolso del siguiente tramo de ayudas.
Altafaj explicó que la misión examinará el cumplimiento del programa de ajuste, pero también hará una proyección sobre la evolución de las cuentas públicas en los próximos meses, lo que «dará una fotografía clara de la situación del país».
En todo caso, fuentes comunitarias insistieron ayer en negar que se haya planteado una reestructuración de la deuda griega, al tiempo que aseguraban que una reestructuración tendría consecuencias «devastadoras» tanto para Grecia como para el resto de la zona euro. GARA
