Tippi-Tappa Ikasbidea afirma que Lakua trata de imponerles la jornada intensiva
La asociación de madres y padres Tippi-Tappa Ikasbidea considera que la reducción del servicio de transporte escolar, decretada por el Gobierno de Lakua, tiene como objetivo la implantación de la jornada intensiva en este centro, donde se implanten clases mañana y tarde.
Ion SALGADO | GASTEIZ
Los padres y madres de la Ikastola Ikasbidea de Durana denunciaron ayer que la reducción en el servicio de autobuses impuesta por el Gobierno de Lakua durante el mediodía tiene como objetivo un cambio en el horario del centro, en que actualmente se imparten clases por la mañana y por la tarde.
En rueda de prensa, Ana Arregi y José Carasa, en nombre de Tippi-Tappa Ikasbidea, criticaron la decisión adoptada el pasado mes de marzo por el Departamento de Educación, que vetó el transporte escolar durante el mediodía a todos aquellos alumnos residentes en la zona rural y a los menores de tres años.
En total, 84 niños no pueden acudir a su casa a comer y deben quedarse en la ikastola como consecuencia de una orden dictada por el Departamento de Isabel Celaá, que no ha dado ninguna explicación de los motivos por los que se ha decretado dicha reducción en la oferta de transporte público.
Además, la última decisión de la Delegación de Educación en Araba, tomada el pasado 4 de abril, impide que los niños afectados por la prohibición ocupen las plazas vacías existentes en los autobuses que trasladan a los alumnos desde Durana hasta Gasteiz.
Una medida que choca con el acuerdo alcanzado por los miembros del consejo escolar de la ikastola, que aprobó el uso de las plazas vacantes para el traslado de los once niños menores de tres años residentes en la capital alavesa.
No se rinden
Sin embargo, los padres de los alumnos afectados decidieron no rendirse, y desde marzo han llamado a las puertas de todas las instituciones, y han encontrado apoyos entre la clase política, a excepción del grupo parlamentario del PSE en la Cámara de Gasteiz, que prefirió no contradecir al Ejecutivo.
Mientras tanto, los afectados decidieron poner en marcha el pasado mes de marzo un servicio privado de transporte compuesto por tres minibuses, que dan servicio a 26 menores.
El coste del citado servicio, al que se suman los sueldos de tres cuidadoras, ronda los seis mil euros mensuales. Dicha cantidad se sufraga con las aportaciones voluntarias de los afectados, así como con las donaciones de otras familias del centro que les muestran su solidaridad.
Las familias afectadas denuncian una saturación en el comedor, como ocurre en la ikastola Atargi de Atarrabia, donde comen diariamente más de 580 menores.