Mirari Irure y Tere Barbereda, por ELA, y Begoña Tabera e Iñigo Bilbao, por LAB, denunciaron ayer a Osakidetza por «la falta de voluntad, la ineptitud y la torpeza para negociar y llegar a acuerdos» en todos los conflictos que tiene abiertos. Recordaron que el Consejo de Administración aprobó «la OPE de 2.600 plazas, el plan de la movilidad y el de contratación sin acuerdo previo con los sindicatos representados en la Mesa Sectorial».

Entienden, por otro lado, que la oferta de 2.600 plazas para la Oferta Pública de Empleo (OPE) es «muy insuficiente». UGT también se sumó a ese calificativo ayer ante el anuncio de Osakidetza. Para ELA y LAB, al menos, se deberían convocar 5.400 plazas en 2012 para «estabilizar» el empleo en la Sanidad pública, ya que un 30% de la plantilla es temporal, a juicio de ambas centrales.

«Nos anunciaron que iban a convocar una OPE al año, pero no termina de llevarse a la práctica. Tenemos dudas de que las convocatorias de los exámenes se produzcan en noviembre porque nadie lo asegura a ciencia cierta». Si este anuncio es «preocupante», Mirari Irure y Begoña Tabera consideraron que es «mucho peor» que todavía el Acuerdo de Condiciones Laborales, «que constituye la base de la negociación colectiva, ni se ha tocado; y en los temas sueltos que Osakidetza ha puesto encima de la mesa, no han sido capaces de llegar a un entendimiento con ninguno de los sindicatos. A falta de acuerdo, han aplicado la imposición, como siempre».

Tabera remarcó que «hemos reiterado nuestras peticiones de un calendario de negociaciones, en el que se definan los plazos y los contenidos, pero a día de hoy desconocemos cuándo nos convocarán para la próxima reunión». Irure añadió que esa negativa se basa en «una estrategia de fragmentar la negociación colectiva, para evitar que hagamos una lectura conjunta de las políticas sanitarias aplicadas en un contexto de continuos recortes».

«Sin estabilidad»

La responsable de ELA en Osakidetza recordó que la OPE no dará estabilidad a las personas que están trabajando en la sanidad pública vasca, porque «con esas 2.600 plazas que han ofertado, más de la mitad que trabajan de forma temporal, se quedarán sin plaza». Denunció que Osakidetza «ha sido inflexible» porque no ha negociado y ha sacado adelante la OPE en el Consejo de Administración, sin el apoyo de los sindicatos.

Los acuerdos de movilidad y contratación, dos de los más importantes junto al número de plazas de la OPE, «son temas irresueltos» desde el último convenio en minoría que Osakidetza firmó con CCOO y los sindicatos de los profesionales de sanidad, SATSE y SME.

Tanto ELA como LAB han explicado que la renovación de los contenidos del acuerdo regulador y la negociación de la mejora de las condiciones de trabajo de la plantilla de la sanidad vasca «han desaparecido de la agenda de la dirección desde hace varios meses».

Exigen respuestas

Begoña Tabera adelantó que es necesaria «una negociación real, ordenada y con contenidos que dé respuestas a las necesidades y carencias del sistema sanitario público vasco». Entre las medidas, la representante de LAB reclamó que «queden sin efecto todos los recortes aplicados, tanto los salariales, como de plantillas». Entiende que es necesario «un incremento del gasto sanitario en la CAV para que se aproxime a la media que se produce en la OCDE. El presupuesto de la CAV en Sanidad tendría que aumentar en cerca de 1.800 millones para lograr esa equiparación con los países desarrollados.

Por su parte, Mirari Irure, de ELA, demandó «que se dote de estabilidad a la plantilla, porque hay una temporalidad injustificada; que se garanticen condiciones dignas; apoyo al euskera; no a la privatizaciones ni cierres de hospitales ni centros de salud y rechazo al copago».