El tiempo de respiro tomado por los mercados permitió encadenar una segunda subida al Ibex, aunque sin dinero ni visos de que los problemas de los estados periféricos encuentren solución a corto plazo. Es más, desde las agencias de calificación crediticia se bombardean, casi semanalmente, notas de rebajas y avisos de más rebajas si no se cumple ésta o aquella condición de los rescates o de las reformas. Dentro de esta tesitura podría verse nuevamente el Estado español si, como avisan desde instancias europeas -ayer lo adelantó un representante del BCE-, no se profundiza con mayor celeridad en los recortes de derechos sociales y laborales. Tampoco ayudaron nada las referencias macroeconómicas del día. Los datos de la elevada inflación en China y Alemania, junto al aumento del déficit comercial en marzo de Estados Unidos, completó un panorama más sombrío del previsto de cara a la recuperación económica mundial. Al cierre, el Ibex se apuntó un 0,55%, y hoy comenzará con 10.531,50 puntos. Sólo le acompañó París (+0,14%). Londres perdió un 0,71% y Francfort, un 0,09%. En el Ibex, ArcelorMittal, el peor ayer, pagó con un caída del 3,05% la decepción causada por sus resultados. En el lado opuesto, destacaron los avances de Abengoa (+3,62%) y Abertis (+2,80%). Todos los pesos pesados, excepto Repsol (-0,15%), terminaron con subidas. Entre ellos, el más fuerte fue Iberdrola (+0,78%). En París, despuntaban Accor (+2,33%) y LVMH (+2,29%), apoyado en el fuerte aumento de la facturación trimestral de Hermes. ArcelorMittal (-3,18%) lideró los descuentos.