ELA salió ayer al paso de los planteamientos efectuados por la patronal vizcaina y aseguró en un comunicado que Cebek «se ha embarcado en una lucha para que la clase trabajadora viva cada vez peor; quiere que los convenios colectivos pierdan su función de proteger los derechos de los trabajadores».

Bajo esas premisas, la central denuncia la participación de Patxi lópez en los actos anuales de la asamblea de los empresarios porque supone «dar cobertura a la patronal más neoliberal de Europa». ELA sostiene que es «muy grave» que las propuestas de la patronal «sólo se centren en recortar salarios, derechos laborales y derechos sociales».

En este caso, afirma que la presencia de Patxi López en la asamblea de Cebek, Adegi o SEA «no nos sorprende», porque «como hemos denunciado reiteradamente, la patronal y el Gobierno van de la mano a la hora de aplicar políticas que tienen como objetivo aumentar los beneficios empresariales a costa del empleo y el bienestar de la mayoría de la población. De hecho, las políticas de recorte del gasto social que está aplicando el Gobierno vasco están dando lugar a un aumento del paro y de la desprotección social».

A juicio de la central sindical más representativa de Hego Euskal Herria, «las causas de la crisis económica nada tienen que ver con estos elementos que puso Cebek sobre la mesa», porque «no plantea ninguna medida que ataje las causas de la crisis, no denuncia que el dinero público entregado a la banca no se esté destinando al crédito». Por último, ELA critica a Cebek porque con las manifestaciones realizadas «deja de lado los intereses de la economía real, y se convierte en defensora exclusivamente de lo que dicen las grandes empresas y las entidades financieras».

«Vacas flacas»

Patxi López, en su intervención en el almuerzo-coloquio de Cebek, se mostró favorable a vincular el salario a la productividad, pero tanto en las épocas de «vacas flacas como en las de grandes rendimientos».

López destacó que la economía vasca va a seguir, «poco a poco», la senda de recuperación iniciada en 2010. «Será un crecimiento suave, pero irá aumentando en el tiempo», añadió.

En su intervención, lamentó, sin embargo, que continúen los «problemas de liquidez» para las empresas, y que el crédito siga «sin fluir». Advirtió que, «por mucho que quiera», el Ejecutivo no tiene «músculo financiero suficiente» para hacer frente a toda la demanda y, por tanto, todos, «instituciones de crédito, cajas y bancos», deben implicarse en la tarea.