OLASO
Callada
El aún presidente español, Rodríguez Zapatero, responde con laconismo a la carta remitida por el Grupo Internacional de Contacto. Reconoce haberla leído «hace días» pero no se compromete respecto a las invitaciones expresas de los mediadores internacionales. La callada por respuesta vale en el ámbito de la Administración pública pero resulta inadmisible en la política. Zapatero debiera arriesgar en el capítulo final de su vida política.