Con el telón de fondo de la crisis de los estados periféricos, de nuevo en primer plano ante las dificultades encontradas en Grecia y Portugal, los inversores han pasado una semana de tensión, avivada por algunas cuentas empresariales débiles y manifestaciones de organismos internacionales, entre ellos el FMI, poco halagüeñas. Así, otra vez planeó la posibilidad de la reestructuración de la deuda griega, algo inevitable para muchos expertos y que tumbó a todos los índices europeos. Además, hubo tiempo para fijarse en el crecimiento de Alemania y del Estado francés, bueno pero pendiente de mejorar, y en el Estado español, muy flojo y con pocas expectativas de fortalecimiento. En concreto, el PIB del Estado español creció un 0,3% en el primer trimestre del año, alejado del 1,5% en Alemania y del 1% del Estado francés. Al cierre, el Ibex se dejó un 1,25%, y el lunes saldrá desde los 10.356,50 puntos. En la semana retrocede un 2,10% y reduce al 5,05% las ganancias anuales. Las bajadas fueron menos contundentes en Fráncfort (-0,55%), Londres (-0,32%) y París (-0,11%). Por valores del Ibex destacó al alza Gamesa (+2,32%), mientras que las mayores caídas fueron para Técnicas Reunidas (-3,19%) e IAG (-2,37%). Los peores entre los pesos pesados fueron BBVA y Santander, que bajaron un 1,93% cada uno. Telefónica, que cedió un 0,77%, anunció unos beneficios trimestrales de 1.624 millones de euros, un 1,9% menos. En el CAC 40 los mejores fueron Vallourec (+6,09%) y EADS (+5,84%). Por el contrario, Natixis y ArcelorMittal, que perdieron más de un 1,90%, fueron los peores del día.