Roberto Jiménez, el cabeza de lista del PSN al Parlamento navarro, dejó su enorme autobús de campaña a las puertas del complejo hospitalario de Iruñea para ofrecer ayer un mitin exprés sobre sanidad pública, que había dejado aparcado el jueves en duelo por el terremoto de Lorca. Allí defendió la necesidad «de un sistema de sanidad pública, que sea de calidad y gratuita», frente al paulatino proceso de privatización que el candidato ve en otros puntos del Estado. Aseguró que la única forma de garantizar el mantenimiento del sistema sanitario pasa por el voto a su formación.

«Solo hace falta mirar fuera de aquí» para ver el futuro que le espera a la sanidad si Nafarroa vuelve a tener un Gobierno dominado por la derecha, subrayó el político de Pitillas. A su juicio, la gente más humilde cada vez tiene más problemas para acceder a una atención digna y adecuada en el Estado. Asimismo, mantuvo una postura inflexible ante el copago sanitario y rechazó la restricción de cualquiera de las prestaciones sanitarias.

En cuanto a medidas concretas, el líder del PSN y candidato a la Presidencia navarra apuesta por modernizar el sistema e implantar nuevas tecnologías. Prometió la puesta en marcha de un programa pionero para la detección precoz del cáncer de colon. Así como la creación de una «plataforma multicanal» para la concertación de las citas con el médico de atención primaria, la emisión de recetas y el seguimiento de la evolución de las enfermedades crónicas.

Como es habitual en este tipo de actos, el líder del PSN también se comprometió a una «reducción drástica de las listas de espera», aunque no tuvo tiempo de explicar cómo, puede que también debido a la brevedad del acto, menos de dos minutos (el cielo amenazaba lluvia). El fugaz mitin sí que incluyó una foto con primeros espadas del partido: Román Felones, María Victoria Arraiza y Maite Esporrín, entre otros. De la plana mayor, sólo faltaba el cabeza de lista de Iruñea, Juan Moscoso.

En clave externa

Según Jiménez, sólo el PSN es garantía de que la sanidad navarra continúe siendo «pública, gratuita e universal». No precisó, sin embargo, si para garantizar esto es necesario que se hagan con el Gobierno o si bastará con que sean el bastón del Ejecutivo en el Parlamento, como durante estos últimos cuatro años, donde el recorte de gasto en personal ha provocado la pérdida de 800 puestos de trabajo. En definitiva, el candidato apostó por hablar en clave externa, sin entrar en los conflictos laborales en Osasunbidea.