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Primer atentado en respuesta a la muerte de Bin Laden

EEUU apela a cooperar con Pakistán tras la venganza de los talibanes

EEUU apeló a la cooperación con Pakistán en la lucha contra Al-Qaeda, dejando a un lado las acusaciones de complicidad de los últimos días, tras el primer atentado talibán para vengar la muerte de Osama Bin Laden a manos de un comando estadounidense. El ataque suicida dejó más de 80 muertos en la ciudad pakistaní de Shabqadar, la mayoría cadetes de un cuerpo policial de fronteras.

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GARA | ISLAMABAD

Los talibanes llevaron ayer a cabo el primer atentado reivindicado como una venganza por la muerte de Osama Bin Laden a manos de un comando estadounidense. El atentado mató al menos a 80 personas cuando dos islamistas hicieron explotar sus bombas en medio de un grupo cadetes de la policía que salían de permiso en el noroeste de Pakistán.

Estados Unidos, en su condena del «odioso atentado», subrayó la importancia de «seguir con la colaboración entre los dos países para desmantelar Al-Qaeda y sus filiales», según expresó el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.

«No hace sino recordar la amenaza vital que este tipo de organizaciones extremistas representan para Pakistán y la razón por la que es tan importante que continuemos trabajando juntos», añadió, volviendo así al discurso de colaboración con Islamabad por encima de las críticas que en los últimos días ha lanzado Washington a su aliado sobre supuestas complicidades con Al-Qaeda.

Los talibanes anunciaron que se trataba del «primer ataque» para vengar a Osama Bin Laden. Los islamistas, aliados de Al-Qaeda habían prometido represalias contra Islamabad y sus fuerzas de seguridad, a las que acusan de complicidad en la operación de EEUU del pasado 2 de mayo.

Un kamikaze en moto hizo explotar su bomba en Shabqadar, localidad del noroeste, en el momento en el que un grupo de cadetes, ya vestidos de civil, se preparaban para subir a un minibús que les llevaría a sus casas para un permiso de diez días, según explicó a France Press Nisar Khan Marwat, jefe de policía del distrito de Charsadda. El objetivo del atentado era un centro de entrenamiento de la Frontier Constabulary, una unidad paramilitar de la policía encargada de vigilar las fronteras.

Segunda explosión

Poco después, cuando policías y sanitarios acudieron a ayudar a los heridos, otro kamikaze en moto hizo explotar otra bomba y provocó otra masacre. «Al menos 80 personas han muerto, 69 miembros de la Frontier Constabulary y once civiles, indicó Bashir Ahmed Bilour, ministro sin cartera de la provincia de Khiber-Pakhtunkhwa, donde se produjo el drama. Más de 140 personas más resultaron heridas y varias decenas corrían riesgo de perder la vida según fuentes médicas.

«Me había sentado en un minibús y esperaba a mis colegas», explicó a France Press Ahmad Alí, un cadete herido. «Oí gritar «¡Alá Akbar !» (¡Dios es grande!) antes de una gran explosión. Después, he oído una segunda, y he saltado del minibús, estaba ensangrentado», recordó.

Se trata del atentado con mayor número de víctimas que se ha producido en Pakistán este año. «Es una primera acción para vengar al mártir Osama. La han llevado a cabo dos de nuestros combatientes» declaró a France Press Ehsanullah Ehsan, portavoz del Movimiento de Talibanes de Pakistán. «Esperen ataques aún más masivos en Pakistán y Afganistán», advirtió. Este grupo, que se alió con Al-Qaeda en 2007, es el principal responsable de la campaña de más de 450 atentados, la mayor parte suicidas, que han causado más de 4.300 muertos en todo el país en apenas cuatro años.

En verano de 2007 ante Bin Laden en persona, este grupo declaró la jihad contra Islamabad por apoyar a Washington en su «guerra contra el terrorismo».

La ciudad de Shabqadar está situada en las puertas de las zonas tribales fronterizas con Afganistán, bastión de los talibanes pakistaníes y principal refugio en el mundo de Al-Qaeda. Estas zonas son también la retaguardia de los talibanes afganos, sobre todo de la red Haqqani, bestia negra de los soldados estadounidenses que componen dos tercios de las fuerzas internacionales desplegadas en Afganistán. Los gobiernos occidentales consideran que los campos de entrenamientos de los talibanes pakistaníes en las zonas tribales son también utilizados por Al-Qaeda, donde ha formado a kamikazes parar llevar a cabo atentados en Europa o Estados Unidos, como los del 11-S en EEUU, el de Londres de 2005 o el 11-M en Madrid en 2004.

Era precisamente en estas zonas montañosas donde Estados Unidos esperaban encontrar a Bin Laden después de diez años en los que le había perdido la pista y no en la ciudad de Abbottabad, a sólo dos horas por carretera de Islamabad. En una de estas zonas, en Waziristán del norte, un misil lanzado desde un avión no pilotado de la CIA mató ayer tres personas, que según responsables militares pakistaníes eran «insurgentes islamistas». La opinión pública pakistaní considera que el Gobierno de Islamabad ha importado su guerra contra Al-Qaeda a Pakistán tras su fracaso en Afganistán.

El Ejecutivo pakistaní intenta alejarse de la imagen de colaborador con Washington por su alianza estratégica. Por ello, se ha mostrado enojado por la acción unilateral contra Bin Laden, de la que no había sido informado.

Ayer, el jefe de la principal agencia de inteligencia de Pakistán (ISI), Ahmed Shuja Pasha, abundó en este distanciamiento afirmando que el contacto con la CIA es «casi nulo» tras la muerte del líder de Al Qaeda.

Pasha hizo la observación en una comparecencia junto a la cúpula militar paquistaní en una sesión parlamentaria a puerta cerrada para explicar los detalles del asalto del comando de EEUU. Según una filtración recogida por el canal televisivo paquistaní «Dawn», Pasha, cuyo posible reemplazo se alude desde hace días en la prensa local, afirmó que los contactos entre ambas agencias de inteligencia son «casi nulos» en las circunstancias actuales.

«Fracaso compartido»

La ministra de Información, Firdous Ashiq Awan, citada por la agencia estatal APP, aseguró que tanto el ISI como el Ejército deben recibir garantías «de que no están solos y la nación está con ellos». Awan se refirió al discurso de Pasha en el hemiciclo y aseguró que el jefe del ISI admitió su responsabilidad en el episodio pero matizó que el «fracaso es compartido».

Shuja Pasha admitió que la operación de EEUU se debió a un error de su agencia. «Los fallos no fueron intencionados, pero admito que hubo errores», declaró. En este sentido, anunció que dimitirá si el poder legislativo así se lo solicita, según informaron los medios locales.

A la comparecencia, en la que Shuja Pasha explicó detalles de la ofensiva contra Bin Laden, asistió el primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani. El jefe del ISI se quejó de que Pakistán sufre problemas en materia militar, entre ellos que no cuenta con la tecnología más adecuada, pero que la prioridad de la agencia «es mantener el país seguro». A ello se suma, según dijo, que apenas existe contacto entre el ISI y la CIA.

El aparato de seguridad paquistaní ha recibido duras críticas por no percatarse de la violación de su espacio aéreo y por la presencia de Bin Laden cerca de una academia militar.

Pero el doble juego de Pakistán entre su aliado estadounidense y el apoyo que encuentran en su territorio los insurgentes afganos le ha valido también las críticas desde EEUU, que han exigido una investigación para averiguar las ayudas que recibió Bin Laden para ocultarse tantos años en una ciudad donde se encuentran unos 10.000 militares.

Las acusaciones han sido calificadas de «absurdas» por Islamabad que ha recordado el coste en atentados de su apoyo a la «guerra contra el terrorismo».

Aunque ha amenazado con abandonar esta cooperación, en la práctica sigue colaborando, como en el caso de las esposas de Bin Laden, permitiendo a Estados Unidos interrogarlas.

atentado en yemen

Cinco soldados yemeníes murieron en un ataque atribuido a Al-Qaeda cerca de Marib, un feudo de la red al este del país. Según un responsable de seguridad, un vehículo del ejército cayó en una emboscada alcanzado por un cohete.

500 días de secuestro

Familiares de los periodistas Hervé Ghesquière y Stéphane Taponier pidieron de nuevo al Gobierno francés que aumente sus esfuerzos para liberarlos, después de 500 días de secuestro en Afganistán, que ayer fueron recordados en numerosas movilizaciones.

visita anulada

El general Khalid Shameem Wynne, considerado como número 2 del Ejército pakistaní, ha anulado una visita prevista a EEUU «a causa del clima que se mantiene», en referencia a las tensiones entre Washington e Islamabad.

Washington insiste en presentar a Bin Laden como un dirigente operativo

Estados Unidos sigue difundiendo mensajes para reforzar la idea de que Osama Bin Laden seguía siendo un dirigente operativo de Al-Qaeda y no un mero líder simbólico con poco poder de decisión sobre las acciones de la red, así como que Estados Unidos era su principal objetivo. Las agencias de inteligencia estadounidenses indicaron ayer que, desde su casa en Abottabad, Bin Laden continuaba ejerciendo la autoridad en Al-Qaeda y seguía determinado a cometer «atentados espectaculares» en EEEU. Entre la documentación que indicaron haber hallado en al residencia, indicaron que se encuentra una especie de diario, con notas manuscritas en el más que contener datos personales, son el soporte de algunas ideas.

Según un responsable estadounidense consultado por France Press, el examen de estos documentos muestra «que se concentra siempre en atentados espectaculares» y aconseja a altos dirigentes de Al-Qaeda centrarse en Occidente y, sobre todo en Estados Unidos, más que llevar el esfuerzo a Oriente Medio o a Yemen, siempre según las mismas fuentes. Asegura que recomienda atentar en ciudades como Los Angeles, en trenes, aviones e infraestructuras. Insistiendo en la idea de EEUU como objetivo, este responsable, siempre desde el anonimato, añadió que propone fechas simbólicas como la conmemoración de la independencia o el aniversario del 11 de setiembre.

Según la misma fuente, «preconizaba recurrir a las minorías no musulmanas en Estados Unidos para unirse a la lucha de Al-Qaeda.

Pese a todas estas opiniones, ningún responsable de las diez agencias gubernamentales que inspeccionan los documentos ha presentado ningún proyecto concreto de atentado. Y a pesar de ello, insistieron en que «la residencia de Abbottabad no era un grupo de reflexión ni una casa de retiro para terroristas», restando importancia al hecho de que no contara con internet ni teléfono. GARA

interrogatorio

EEUU ha interrogado a tres viudas de Bin Laden, aunque un responsable señaló que «no se mostraron muy comunicativas». El interrogatorio se llevó a cabo de forma conjunta y ahora ha pedido volver a interrogarlas por separado.

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