El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, difundió ayer una carta de respuesta dirigida a los 2.720 cristianos que, como se hizo público el jueves, le habían solicitado un pronunciamiento sobre el libro «Jesús, aproximación histórica», escrito por el sacerdote José Antonio Pagola.

Dicho libro no gustó a la Curia vaticana, y por ello la Congregación por la Defensa de la Fe decidió iniciar un proceso canónico contra el mismo. En el citado proceso, que Munilla definió de «juicio doctrinal», se decidirá si el nihil obstat (el permiso) otorgado por el anterior obispo de la diócesis guipuzcoana, monseñor Uriarte, era correcto o no.

En su carta, el actual prelado afirma que el proceso iniciado contra el sacerdote está «fuera» de su jurisdicción pastoral, ya que dicho «juicio doctrinal» fue recurrido por su antecesor, Juan María Uriarte.

Además, Munilla trata de quitar importancia a la causa abierta por el Vaticano al comentar que «el discernimiento doctrinal sobre el libro de Pagola nada tiene que ver con un juicio a su persona, ni a su trayectoria como sacerdote».

Munilla, ligado a los sectores más conservadores de la Iglesia católica, anuncia que acogerá «con plena apertura y confianza» la decisión de la Congregación que se encarga de analizar la obra de Pagola. Un libro en el que se da una visión histórica y científica de la vida de Jesús, y que no contó con la aprobación de los sectores más conservadores de la iglesia, como es el caso del obispo de Tarazona, Demetrio Fernández, quién no dudo en afirmar, hace ya más de tres años, que el libro escrito por Pagola «haría daño» a la Iglesia tradicional.

Por otro lado, el Departamento de Educación del Ejecutivo de Lakua respondió ayer a Munilla que el Gobierno de Patxi López «cumple y hace cumplir» la normativa sobre la oferta y la enseñanza de la religión en todos los centros públicos y privados.

El Departamento que dirige Isabel Celaá rechazó en un comunicado las declaraciones que el día anterior hizo el prelado, quien denunció la existencia de una «agresiva» estrategia de «acoso y derribo» hacia la asignatura de Religión en el sistema educativo. Munilla dio por hecho que la libertad de enseñanza y de conciencia «están en peligro», y lamentó que en «buena parte de los centros públicos» no se oferta esta asignatura, lo que rechaza Lakua.