La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha multado con 61 millones a la patronal y a las cinco principales eléctricas del Estado español, de las que Endesa, con 26 millones, e Iberdrola, con 21,6 millones, se llevan la mayor parte, por obstaculizar el cambio de comercializador en el mercado libre y tratar de fijar precios a los grandes clientes en el marco de la desaparición de las tarifas.

Se trata de la segunda mayor multa acordada por este organismo, por detrás de la que impuso al sector asegurador en 2009 por 120,7 millones de euros.

Según la información difundida ayer por la CNC, además de las sanciones de Endesa e Iberdrola, se han impuesto multas a E.ON España (1,4 millones); Gas Natural Fenosa (8,8 millones); Hidroeléctrica del Cantábrico (1,8 millones) y a la patronal eléctrica Unesa (900.000 euros).

Según el organismo, las empresas acordaron no facilitar datos para dificultar a las comercializadoras independientes captar clientes, a la vez que obstaculizaron la aplicación de la normativa y coordinaron el corte de las gestiones de solicitudes de cambios.

Pactar precios

Junto a esto, Competencia explica que las eléctricas pactaron los precios y otras condiciones comerciales para los grandes clientes cuando salieran al mercado ante la desaparición de la tarifa regulada.

El organismo señala que se trataba de un momento importante para la comercialización de energía eléctrica, porque el 1 de julio de 2009 desaparecían las tarifas y los consumidores domésticos y pymes tenían que elegir comercializadora en el mercado libre.

Las cinco compañías han anunciado que recurrirán la multa ante la Audiencia Nacional. Fuentes de Endesa negaron que la empresa haya establecido «ningún acuerdo de anticompetitividad con ninguna otra empresa eléctrica».