La oposición de vecinos y ayuntamientos de la zona evitó en 1974, un año antes de la muerte del dictador Francisco Franco, que la compañía Hidroeléctrica Española, hoy Iberdrola, construyera una central nuclear en Marina de Cope, a treinta kilómetros de Lorca, la localidad murciana sacudida el miércoles por dos terremotos que dejaron nueve fallecidos. Con los terrenos para su instalación ya comprados, Protección Civil presentó un escrito en el que alegaba que Marina de Cope era una zona de riesgo sísmico muy mal comunicada. Las protesta y el riesgo de terremotos llevaron a los ayuntamientos de la zona a rechazar el proyecto, que finalmente quedó en nada.