Decía Ernesto Lazzatti, un laureado pelotero bonaerense de la primera mitad de siglo pasado, que «el que acude a ver un equipo, va a verlo ganar. El que va a seguir un partido va a ver jugar». Hoy, Joaquín, más que nunca, «clasificación, amigo». Clasificación para una Europa League que los rojiblancos parecen empeñados en alcanzar con sufrimiento, algo ya inherente a un equipo que desde ya hace bastantes años -desde mucho antes de Caparrós- se desfonda de manera alarmante en los sprints finales. Pero hoy toca no ya ganar, sino puntuar, sí o sí.

Los entrenadores suelen argumentar que si el equipo de uno hace las cosas como debe hacerlas, no tiene por qué preocuparse del contrario. Pero el que visita San Mamés es el Málaga de Baptista y todos en el Botxo cruzan los dedos para que el de hoy no sea «el día de la Bestia».

A falta del lesionado Rondón -15 goles-, bueno es Baptista. El brasileño ya ha superado los registros goleadores que firmó en la Roma, el Arsenal y el Real Madrid y acumula siete tantos en cinco jornadas consecutivas. Y lo peor es que como hasta el propio Ernesto Valverde reconocía en la temporada 2004-2005, «siempre nos marca goles determinantes. Sí, Baptista es un problema». Seis goles le hizo al Athletic en dos temporadas con el Sevilla, la mitad de ellos en el feudo bilbaino. «Esperemos que no esté acertado», confió ayer Joaquín Caparrós, que le tuvo a sus órdenes.

Unos goles que han ayudado a que los malacitanos sumen cinco victorias consecutivas. «Es el equipo más en forma ahora mismo», les alabó el entrenador rojiblanco. Han florecido como la primavera y llegan enchufados. Lo único a favor de las aspiraciones del Athletic esta noche es que ya están prácticamente salvados, aunque tengan como aliciente el realizar la mejor segunda vuelta de su historia reciente. Pero se trata de un equipo en racha y por ende peligroso. ««No se contempla la posibilidad de empatar», ha terciado su míster Manuel Pelegrini sobre unas tablas que benefician a ambos. «Tanto Athletic como nosotros vamos a intentar ganar el partido», sentenció.

«Comerse la aceituna»

Los de Caparrós, por su parte, son los que más se juegan, como más se jugaba el Deportivo y así lo reflejó en sus ganas por ganar. Pues hoy les toca a los bilbainos demostrar desde el primer minuto quién se juega más y por si se les olvida, detrás tendrán a una Catedral a reventar que no cejará de empujarles hasta Europa.

Con los fastos de apoyo previo ya anunciados por el club, el equipo que saldrá de inicio hoy al césped apunta a que sólo tendrá una variación con respecto al once presentado en Riazor: regresa Orbaiz en sustitución del sancionado Gurpegi -el de Andosilla cumple su tercer ciclo de amarillas-.

Veremos si el Athletic opta por la salida en tromba que parece ya historia en San Mamés o por tratar de enfrentarse en el tú a tú, imponiendo el empuje local al toque de balón que ya anuncia Pellegrini.

Caparrós -que no quiso valorar si alcanzar Europa es como para festejarlo como quiere hacer en Club-, instó a un «penúltimo esfuerzo» y confió en «terminar todos contentos». Eso sí, pidió centrarse en el necesario punto de hoy: «Primero, comerse la aceituna y tirar el hueso».