Barakaldo era ayer el auténtico campo de batalla electoral. Antes del acto del BEC, a mediodía el PSE recurrió a un recinto más modesto -el frontón Los Hermanos- para alentar a los suyos. El estelar era para Felipe González, pero para «calentar» el programa estaban también Patxi López y José Antonio Pastor. Jugaban en casa, «en nuestro territorio emblemático, la Margen Izquierda, donde nacimos», proclamó el lehendakari. A la misma hora pero en otro lado de Barakaldo, el Parque de San Vicente, el PP ponía en escena a Antonio Basagoiti.

El PSE siempre llama a Felipe González en caso de apuro, y casi siempre para que aterrice en Ezkerraldea, allá donde en los años 80 demostró «esfuerzo y responsabilidad» -lo dijo Pastor- en la dramática «reconversión industrial». Los más de mil simpatizantes congregados deben compartirlo, porque ovacionaron la alusión. González dijo también que se siente bien aquí y que incluso puede recordar a Patxi López «corriendo en pantalones cortos por la cocina de la casa de su padre».

En sus ganas de apoyar la causa, González dejó una afirmación que situó como inédita pero justa: «Quiero felicitar a Patxi por su talento y talante en la lucha contra la violencia de ETA. Nunca estuvimos más claramente ante su final, y eso que nunca ha sido más virulenta la actitud de la derecha frente al mejor gobierno que ha existido en esto: el de Zapatero y Rubalcaba, junto a Patxi López».

El ex presidente español utilizó todas sus artes teatrales para expresar la estupefacción que le producen algunas afirmaciones del PP, como las cargas contra el Tribunal Constitucional -le recordó que ETA mató a algunos de sus jueces- o la afirmación de Mariano Rajoy en Gasteiz «de que Bildu no le gusta», que González repitió encogiéndose de hombros entre risas de la concurrencia. Preguntó por qué es el PP «quien más publicidad hace a Bildu», y de todo ello concluyó que la derecha quiere evitar avances en esta legislatura.

Carga contra el PNV

Tanto López como Pastor cargaron contra el PNV. El primero le respondió que «ni existe frente, ni existirá» con el PP. Argumentó como prueba que «nosotros no hemos marginado a nadie. No le hemos puesto nuestro nombre a ningún plan», en alusión al proyecto de reforma estatutaria de Ibarretxe.

Pero quien se empleó a tope contra los jeltzales fue José Antonio Pastor, candidato a tomar el relevo al jelkide José Luis Bilbao en la Diputación de Bizkaia. La primera andanada tuvo carga histórica: «Cuando aquí nadie defendía a los obreros y a los mineros, ya estábamos aquí los socialistas vascos, mientras otros andaban escondidos debajo de las piedras». Después se vino al presente y reprochó al PNV que «cuando ha perdido el poder, ha perdido también el patriotismo. Hace política de tierra quemada con un único objetivo: hacer fracasar el gobierno de cambio». Se refirió siempre al partido de Iñigo Urkullu como «derecha nacionalista» y añadió como colofón que «PNV y PP se asemejan como dos gotas de agua».