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Las elecciones municipales en Italia, un test para el Gobierno de Berlusconi
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Juan LARA (EFE) | ROMA
Unos 13 millones de italianos están llamados hoy y mañana a las urnas para renovar 11 provincias y unos 1.300 ayuntamientos, entre ellos Milán, Nápoles, Bolonia y Turín, en unos comicios considerados un test para el Gobierno de Silvio Berlusconi, que afronta cuatro casos judiciales y una economía estancada.
Todas las miradas están puestas en Milán, donde los conservadores gobiernan desde hace 20 años y algunos sondeos vaticinan que pueden perder y donde se disputan el sillón de la segunda ciudad italiana la alcaldesa saliente, Letizia Moratti, y el aspirante del centro izquierda Giuliano Pisapia, proveniente de Rifondazione Comunista.
Milán ha sido siempre la «fortaleza» de Berlusconi y la ciudad símbolo del berlusconismo, por lo que los conservadores han echado toda la carne en el asador e incluso el propio primer ministro se presenta como cabeza de lista para atraer votos.
El Partido Demócrata, el primero de la oposición está convencido de que se irá a la segunda vuelta, prevista para el 29 y 30 de mayo, y podría hacerse con la industrial y capital de la moda.
Berlusconi, implicado en escándalos de índole sexual y que afronta cuatro juicios, se ha entregado en cuerpo y alma en estos comicios, pidiendo el voto para consolidar y ampliar el poder del centro derecha y así poder llevar a cabo las reformas que pretende, entre ellas las de la magistratura y la de reducir los poderes del presidente. Considera que mantener Milán y ganar Nápoles es la demostración de que sigue contando con el apoyo de la mayoría de los italianos. Las encuestas de popularidad le otorgan algo menos del 30%, el nivel más bajo desde 2008.
Ganar también le supone una posición de fuerza frente a su aliado la Liga Norte, que le puede arrebatar muchos votos en el norte del país.