El PP concluye la primera campaña al Parlamento navarro de toda su historia, ya que siempre había concurrido bajo las siglas de UPN (desde 1987, cuando participó Alianza Popular). Y lo hace apelando directamente a los votantes de los que han sido sus socios desde 1991. Fue en un acto comandado por Mariano Rajoy y celebrado ayer en los jardines de un hotel en Uharte, a unos kilómetros de Iruñea. Rajoy aterrizó en Iruñea procedente de Valencia y despegó inmediatamente hacia Barcelona, pero al menos pasó por Nafarroa: el anterior intento se vio frustrado por la suspensión de la campaña electoral debido al terremoto de Lorca.

El acto giró en torno a una sola idea: UPN no es de fiar por su apoyo al Gobierno del PSOE, que ha sido una de las contraprestaciones al respaldo que, a su vez, ha brindado el PSN al Ejecutivo de Miguel Sanz.

Rajoy incidió en ello: «UPN se apuntó al modelo económico del PSOE y abandonó el del PP, que es el que había funcionado». Dijo que ése ha sido «un gran error». Al inicio de su discurso había dado las gracias expresamente a quienes optaron por el PP tras la ruptura del pacto en 2008: «No os habéis apuntado a lo más cómodo». Estos elogios tomaron forma personal en el caso de Santiago Cervera, que dejó UPN pese a haber sido elegido diputado con esa sigla y que ahora es el candidato del PP a la Presidencia navarra. «Le han llamado mal nacido -dijo en alusión a una expresión usada en el mitin central de UPN-, pero no. Santiago tiene principios, es valiente, competente y no `chalanea'; cuando tiene que dar un paso al frente, lo da».

«Navarra se alquila»

Antes que Rajoy, también Cervera y el candidato a la Alcaldía de Iruñea, José Núñez, se dedicaron a pelearle el voto a UPN.

El cabeza de lista al Parlamento se dirigió a los 76.000 navarros que votaron al PP en las últimas elecciones europeas, producidas meses después de la ruptura del pacto con UPN. Les exhortó a que «no votéis a medias, no confiéis en quien no os dice con quién va a pactar».

También acusó al partido que dirige ahora Yolanda Barcina de «alquilar Navarra», y lo hizo recordando aquella tarde de marzo de 2007 en que toda la derecha se echó a las calles en Iruñea contra el proceso de negociación, al grito de «Navarra no se vende». «Sí, Navarra no se vende, pero tampoco se alquila -espetó Cervera a UPN-, y ahora se alquila si se pone al servicio de los intereses del PSOE». Ante unas 200 personas reunidas en Uharte, añadió que «yo no quiero que, ahora que se va, Zapatero deje su herencia en Navarra».

Ni siquiera «eurorregión»

Cervera había comenzado su discurso afirmando que «el PP es el partido que mejor refleja la navarridad, porque además de defender a Navarra somos un gran proyecto nacional».

Rajoy también avanzó por esa línea, dejando claro que UPN no les ganará en contundencia sobre el estatus de Nafarroa: «Nos opondremos a cualquier negociación con ETA sobre Navarra. No queremos ningún órgano común ni ninguna eurorregión cuya finalidad sea eludir las previsiones constitucionales para eso que algunos llaman `territorialidad', es decir, la anexión de Navarra». Y remarcó que «nosotros no vamos a fallar a los navarros, nunca lo hicimos».

La declaración de españolismo más tajante la hizo, en cualquier caso, el «alcaldable» José Núñez. Se dirigió a Rajoy para pedirle que cuando llegue a La Moncloa, «te suplico que mediante el Canal de Navarra, la autopista de Pamplona a Madrid y el Tren de Alta Velocidad, Navarra se una más al resto de España». Y es que, en opinión del candidato, la Navarra actual «mira hacia el norte, y también debe hacerlo hacia el sur».

Los sondeos y proyecciones que se han puesto sobre la mesa vaticinan que el PP puede llevarse alrededor de cinco parlamentarios de UPN, que hace cuatro años sumó 22, aunque lógicamente todas las fuerzas del Parlamento deben perder representación también al concurrir Bildu, que recuperará posiblemente muchos miles de voto que antes iban a parar al saco de los nulos. UPN también comenzó la campaña marcando mucho las distancias respecto al PP, aunque en los últimos días no ha incidido tanto en ello. En el mitin central de anteayer no hubo excesivas alusiones a la candidatura de Cervera, al margen de ésa que tanto le molestó.

Nafarroa Bai y el PSN

Mientras, en otro lado diferente del tablero político navarro, es Nafarroa Bai quien intenta hacerse con votos tradicionales del PSN que no quieran verse envueltos en la misma situación del verano de 2007, cuando la dirección federal del PSOE vetó formar un gobierno alternativo después de que en Nafarroa ya hubiera un acuerdo para ello.

Anteayer, Nafarroa Bai 2011 emplazó a Roberto Jiménez, cabeza de lista del PSN, a firmar un «preacuerdo» antes del domingo. Patxi Zabaleta concretó que si la respuesta es no o si no hay ningún tipo de respuesta la coalición formada por Aralar y PNV «hace un llamamiento desde este mismo momento a todos los ciudadanos, incluidos los electores que tienen pensando votar al PSN, para que sepan que su voto va ser utilizado para mantener a UPN en el poder».

Como cabía esperar, Jiménez dio la callada por respuesta en el día de ayer. En todas las entrevistas realizadas hasta el momento ha remarcado que no piensa hablar de pactos postelectorales. En cualquier caso, tanto su posición actual como su trayectoria en estos cuatro años le ubican muy cerca de UPN, mucho más de lo que lo estaba el candidato del PSN en mayo de 2007, Fernando Puras.

Los miembros de NaBai 2011 que lanzaron esta propuesta dijeron que la dejan abierta a otras formaciones, pero que consideran que son ellos mismos y el PSN los «agentes principales de ese cambio».