ELECCIONES EN EUSKAL HERRIA
La «italianización» navarra
Ramón SOLA
En el acto central del PP celebrado ayer, Santiago Cervera expuso una curiosa idea: «Alguien ha querido `italianizar' la política navarra, ha jugado a la fragmentación». Efectivamente, el nuevo mapa político parlamentario será muy complejo, toda vez que ya hay seis siglas que tienen plaza segura: UPN, PP, PSOE, Izquierda-Ezkerra, NaBai 2011 y Bildu (por el orden que se quiera).
La acusación de Cervera se refería a UPN, claro ésta, por romper el pacto con el PP. Resulta incontestable. Si en otoño de 2008 era aún dudoso el objetivo de Miguel Sanz al reventar la entente, los tres años transcurridos lo han dejado todo muy claro. La fusión la hicieron en 1991 Aznar y Alli para que la derecha llegara al Gobierno -eran los tiempos del «procedimiento automático» que hacía necesario ser el más votado para gobernar-, y la rompió UPN en 2008 justamente para lo mismo: retener el poder -en riesgo claro desde que cambió el sistema y hace falta formar mayorías para llegar a Diputación-. UPN decidió sacrificar al PP para pactar con el PSN, optó por fragmentar por un lado para agrupar por el otro.
El acuerdo ha sido tan férreo que Roberto Jiménez ha llegado a las elecciones sin un mínimo desmarque táctico respecto al Gobierno Sanz (¡qué menos que no aprobarle los últimos presupuestos!), mientras que UPN tampoco ha dudado en alinearse en Madrid con las medidas más impopulares de Zapatero. Así que no cabe pensar que se trate de un algo puntual ni de corto recorrido, sino estratégico, profundo y duradero.
Toda esta tendencia pudo empezar a quebrarse hace unos meses, cuando la izquierda abertzale propuso una lista única soberanista y de izquierdas, con capacidad de ser primera fuerza en Nafarroa. Las formaciones de la derecha iniciaron contactos para sondear fusionarse de nuevo: el PP habló con CDN, UPN con UPyD, UPN con CDN... Pero el PNV primero y Aralar después rechazaron la oferta, mostrando que no sólo a UPN le gusta lo italiano (Patxi Zabaleta ya argumenta que dos listas son mejor que una). De inmediato cesaron las conversaciones de la derecha. Afortunadamente, el espíritu de la unidad abertzale siguió creciendo y ha cuajado en Bildu. No están todos los que son, pero sí todos los que han querido estar.
Ahora, desde NaBai 2011 se lanza otra oferta al PSN para un gobierno alternativo. Vista la actitud de Jiménez, no pasa de ser un brindis al sol. Y vista la posición -y la proyección- de Bildu, resulta además un movimiento en dirección equivocada. Siguiendo con la referencia italiana, los tiempos no están para catenaccios destinados a amarrar lo que se tiene, sino para empezar a jugar al ataque.