Los Mossos d'Esquadra acordonaron ayer durante más de dos horas el centro de Barcelona ante la presencia de un paquete sospechoso hallado en el interior de un autobús. Fue el mismo conductor el que dio el aviso, que expertos en desactivación de explosivos tuvieron que inspeccionar.

Sin embargo, después de más de una hora de inspección, el paquete resulto ser una simulación de una bomba, por lo que se levantó el cordón establecido en la zona.

Varios transeúntes, diferentes líneas de autobús y el acceso del metro a la estación de Urquinaona se vieron afectados por la situación de desalojo.

Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación para determinar quién colocó el paquete, del que sobresalían unos cables, en el autobús.