Solidez. He ahí la palabra que mejor define al actual Valencia Basket, dirigido por Svetislav Pesic. Un equipo con multitud de recursos y capaz de agarrarse a los partidos casi sin necesidad de anotar. Es obvio que Bizkaia Bilbao Basket nada tiene que perder y que puede afrontar esta eliminatoria con todas las garantías, pero veo al cuadro taronja como favorito.

Pero bueno. El conjunto bilbaino ha demostrado una línea ascendente clara en toda la temporada. Es un equipo con claras aspiraciones europeas y, además, su técnico, Fotis Katsikaris, querrá reivindicarse contra el que fue su primer equipo en la Liga ACB. Argumentos no le faltan, si es que sabe cómo quebrar el entramado de Pesic.

Ante todo, los de Katsikaris deberán ponerse al nivel físico que su adversario. Es ésta una de las virtudes de Bilbao Basket, pero se enfrenta a un equipo que destaca precisamente por eso, sobre todo en defensa, donde se muestran muy duros y hacen gala de mucha regularidad. Son muy ordenados atrás y tienen jugadores como Javtokas, Rafa Martínez, el propio Omar Cook, que destacan por su capacidad física en defensa y por su mentalidad.

Ante ello nos encontramos con un Bilbao Basket que, en principio, tiene ya la temporada «hecha». Está en play offs, clasificado para la Eurocup, también ha jugado la Copa... La cuestión es que si hace unos años la diferencia entre valencianos y bilbainos pudiera ser grande, ahora ya no lo es. Habrá que ver pues, con qué mentalidad juegan los vizcainos; es decir, hasta qué punto pueden creer en sus posibilidades y plasmar sobre la cancha sus propias virtudes, que son la de tener un conjunto largo y fuerte en lo físico. El ejemplo a seguir debiera ser el último partido de liga regular que ganó Unicaja al Barcelona en el Palau Blaugrana. En aquel partido el cuadro malagueño no jugó como el octavo clasificado, sino como un «grande». Ésa es la actitud que ha de tener Bizkaia Bilbao Basket.

El ritmo que impongan los bases será fundamental. Bueno, en principio no me gusta mucho eso de ver qué jugador de qué puesto pudiera ser determinante, porque al fin y al cabo estamos hablando de un juego de equipo, donde una inferioridad individual se puede suplir con el trabajo del colectivo. No obstante, los bases sí creo que vayan a tener mucho que decir en el devenir de la eliminatoria.

Ahí Aaron Jackson puede resultar clave. El base bilbaino debe imponer su ritmo. Es un base rápido, al que le gusta penetrar y dividir la defensa, anotar... La cuestión es que la citada solidez taronja impide muchas de esas penetraciones, por eso tendrá trabajo extra, y que Josh Fisher deberá aportar saliendo del banquillo. Más que en el juego posicional, Bilbao Basket tendrá que decantar la balanza a su favor a partir de realizar su mejor juego defensivo, para que aumente el ritmo al gusto de Jackson.

Enfrente se encontrará al dúo Cook-De Colo. Hasta ahora el francés ha jugado más de escolta, pero puede ser que a partir de ahora, toda vez que las rotaciones valencianas han vuelto a la normalidad después del regreso de Claver y Augustine, vuelva a ejercer de «uno», lo que no sé si va a ser ventajoso para su equipo o no. Con todo, ojo con este Valencia Basket porque es capaz de «jugar sin anotar»; es decir, no sé si Bilbao Basket debe tratar de ir a muchos puntos, porque al final lo que se depende es del acierto, pero la lógica sí dice que a pocos puntos lleva las de perder, empezando por el propio ritmo.

Bizkaia Bilbao Basket debe buscar entre sus recursos. A diferencia de otros equipos, no creo que los de Katsikaris deban, ni vayan a emplear «trampas tácticas», sino que tratarán de usar «sus» armas. Por ejemplo, tiene a jugadores como Mumbrú, que puede hacer daño a un Claver que estará falto de ritmo -aunque si no anota en sus primeros lanzamientos, no trabaja igual-, o Banic, que es un jugador inteligente y con talento, aunque sufrirá ante los hombres grandes de Valencia Basket.

Katsikaris también podrá echar mano de recursos como sus pívots. Tanto Mavroeidis como Hernández-Sonseca tienen mucho baloncesto en su interior, pero, no sé por qué, no siempre lo sacan. Si los pívots bilbainos aportan, la eliminatoria estará mucho más igualada y Bilbao Basket será un rival aún más complicado de derrotar.

Otro factor a tener en cuenta es la situación de «magia» que se ha creado este año en La Fonteta. Han jugado la Euroliga yendo a la contra en muchos momentos. Empezaron mal y forzaron el quinto partido contra el Real Madrid, quedándose muy cerca de jugar el play off. Esa energía que tienen jugadores como Savanovic, Rafa Martínez, el propio Richardson... es muy difícil de superar. La cuestión es que ahora, además, están todos. Habrá que ver si el regreso de Claver y Augustine, que no han vivido esa «magia», es bueno o malo para su equipo.

Y, sin embargo, yo no descarto que esta eliminatoria no termine jugándose el partido de desempate. El propio Valencia Basket viene «desde abajo» en esta temporada y quizá su evolución, junto a su estabilidad y fuerza, le quite algo de presión. Eso no supone que Pesic o Katsikaris se guarden algo de cara a un posible tercer partido; el play off se afronta con un concepto global de la propia eliminatoria y otro puntual del partido siguiente. Pero sí que veo posibilidades para que se enfrenten en un cara o cruz final.