Una comisión gestora se responsabilizará transitoriamente de la dirección del Centro Superior de Música Musikene, al que seguirá vinculado la actual coordinadora general, Carmen Rodríguez Suso, aunque sin funciones directas de gestión de personal.

El viceconsejero de Universidades e Investigación, Pedro Luis Arias, informó a Efe de que quedarán relevados de sus cargos el director académico del centro, Juan Carlos Perez, y el responsable de gestión económica, Carmelo Labirua-Iturburu.

Esta decisión la adoptó ayer por unanimidad el Patronato de Musikene, reunido en Gasteiz con carácter extraordinario para abordar la crisis del centro, agravada este mes con las dimisiones de trece miembros del equipo directivo. El Patronato pidió a la Consejería la intervención de la Inspección de Educación «a fin de valorar si se han causado situaciones en el centro que hayan alterado el correcto funcionamiento del mismo y si se han derivado responsabilidades por ello», según explicó en un comunicado.

Arias precisó, por su parte, que la comisión gestora la integrarán un responsable académico, uno económico y otro de personal, mientras que Rodríguez Suso continuará como coordinadora atendiendo asuntos de planificación y ejerciendo de interlocutora con el Patronato.

Calculó que en unas dos o tres semanas se habrán designado los nuevos miembros de este equipo de transición, cuyas labores se prolongarán durante varios meses, hasta que concluya el trabajo de otra comisión, que presidirá Arias, y que se encargará de estudiar propuestas de mejora del centro.

Otros cuatro miembros del Patronato integrarán esta segunda comisión, que contará con la participación de la comunidad educativa y que podría, incluso, plantear una modificación del reglamento y la estructura que rige actualmente en Musikene, señaló el viceconsejero.

Será este órgano el que decida qué equipo de dirección es el más idóneo para dirigir Musikene, momento en el que terminaría la labor de la gestora y de la de los subdirectores dimisionarios, a los que se ha aceptado su renuncia, pero que continuarán en el cargo en funciones.

Ningún integrante del Patronato planteó la destitución de Rodríguez Suso, contra quien se dirigieron las principales acusaciones de los trece directivos que ella misma nombró y que, tras su dimisión, le acusaron de haber implantado un régimen «autárquico».