Muchos nos hemos levantado con un buen sabor de boca porque Bildu ha puesto de manifiesto no solamente su fuerza ciudadana, sino el grave error que querían cometer desde el Estado español queriendo ilegalizar una fuerza que representa a 300.000 personas con derecho a voto, dejando en evidencia la razón de su miedo y su deseo perverso de impugnar las listas, puesto que sabían perfectamente que esto les haría perder muchos votos y el poder de manipulación política.

Hay mucho trabajo por hacer aún, esto es sólo el principio de un nuevo panorama político y por tanto no podemos quedar indiferentes a la llamada de atención que se está haciendo a todos los políticos desde todas las acampadas en donde los jóvenes nos están poniendo el ejemplo de entusiasmo y motivación a la vez que de organización y reivindicación.

No debemos desaprovechar este nuevo momento y espacio político para intentar reconducir la situación e ir resolviendo los problemas que las malas gestiones del gobierno y el sistema político obsoleto en el que nos encontramos han provocado, y no me refiero solamente a la crisis económica que nos afecta, sino también a hacer una revisión exhaustiva del sistema educativo procurando una educación acorde con la realidad, popular y, ante todo, que no sea una educación al servicio del capitalismo, mediatizadora y mediocre, sino una educación que realmente vaya encaminada a resolver nuestros problemas, que nos motive y nos sepa preparar para la vida, que nos permita tener las capacidades intelectuales y los recursos necesarios para resolver nuestros diferentes conflictos sociales y políticos y, sobre todo, personales y familiares.

Debemos parar las guerras y el negocio que se hace a través de ellas, la venta de armas en la que el Estado español es parte responsable; debemos parar el hambre, congelar sueldos a todos los políticos y hacer un mejor uso de los dineros públicos. Debemos crear nuevos programas ecológicos que se ejecuten de forma inmediata en todos los centros escolares. Debemos hacer consulta popular en todo lo que concierne a la gestión y solución de nuestras necesidades reales y debemos hacer muchos más cambios sociales y políticos en nuestros municipios tomando en cuenta la opinión de todos estos jóvenes protagonistas que ahora se unen en acampadas con esa energía que a muchos nos estaba haciendo falta para decir «¡Basta!» a un sistema político corrupto, mediocre y poco inteligente. Debemos recuperar la confianza perdida de los ciudadanos y esto sólo es posible escuchando con atención y respeto todas las críticas constructivas, las reivindicaciones, las opiniones y las exigencias que vengan desde la base, desde los movimientos sociales.

Mis felicitaciones a Bildu por los resultados y mis felicitaciones a todos los jóvenes que están dando una llamada de atención a los políticos, recordando que quienes deben decidir nuestro futuro no son los políticos, sino las bases ciudadanas.