Las bolsas dieron ayer suficientes muestras de nerviosismo, aunque al cierre todos los índices pudieron concluir la jornada con avances. Por tanto, según muchos analistas, podría tratarse de una pausa ante la tormenta que se avecina en los países periféricos si no se pone Grecia a salvo. Por de pronto, el Gobierno heleno volvía a reclamar la ayuda de 12.000 millones de euros acordada con la Unión Europea y el FMI para el mes de junio, puesto que de no recibirla a tiempo entraría en bancarrota. Al mismo tiempo, aumentaban los problemas internos al negarse el jefe de la oposición en Atenas a admitir el enésimo plan de austeridad. Para rematar el feo panorama, Moody's advertía de las nefastas consecuencias de un impago de Grecia en otros estados periféricos y anunciaba, además, la revisión de la nota de calificación crediticia para catorce entidades británicas. Sin embargo, los inversores, amparados levemente en la caída del interés de la subasta de letras del Tesoro español y el dato de confianza empresarial alemán de la mañana, recuperaron las ganancias en la última parte de la sesión. El Ibex sumó un 0,33%, hasta los 10.115,90 puntos. Los avances del resto de Europa fueron parecidos. Fráncfort subió un 0,41%, Londres un 0,39% y París un 0,25%. En el Ibex, los mejores fueron Sacyr (+2,18%) y Enagás (+1,70%), mientras que IAG cedió un 2,19% por los problemas de tráfico aéreo generados por el volcán islandés. En París, los títulos de PPR y Technip, que ganaron más de un 2%, fueron los grandes beneficiados. Natixis (-1,54%) y Danone (-1,40%) registraron las mayores bajadas.