Cuando entramos en tiempos de cambio, los elementos más refractarios se enrocan en sus castillos y no son capaces de comprender que en el exterior las cosas evolucionan, se modernizan, y que su tiempo ya ha pasado....

Ayer, en «La Gaceta», María Luisa García Franco criticaba a Pérez Rubalcaba por haber dicho que «los ciudadanos que han votado a Bildu han creído en su afán de desvincularse de la banda terrorista». Se imaginarán que María Luisa se ha puesto como un león rampante: «Él sabe que eso es mentira, como lo saben los vascos que contemplaron con resignación como, en los colegios electorales, los apoderados de Bildu llevaban pegatinas a favor de los presos de ETA». A favor de su derecho a la repatriación, debería haber dicho...

Les pasa como a aquellos pobres soldados japoneses que se quedaron encaramados a una palmera perdida en el pacífico durante años, sin enterarse de que habían perdido la guerra. Y así hacen los análisis que hacen: «La inmensa mayoría de los vascos quiere que se acaben los crímenes terroristas, pero los votantes de Bildu pretenden que eso ocurra a consecuencia de que se impongan las ideas que durante años se han defendido con bombas. Es gente que piensa que su proyecto político está por encima de la vida de los demás. Los votos a Bildu son papeletas a favor de una coalición que no ha condenado el historial de crímenes etarras». Habrá quien, por el contrario, piense que se trata de avanzar hacia un escenario de libertad en paz. Y ahora María Luisa saca el conejo de la chistera: «No nos olvidemos de que hay otro partido, Aralar, que defiende las mismas ideas, pero que no considera legítimo imponerlas por la fuerza. Ese partido ha fracasado en estas elecciones». Después de la constatación, debería haber reflexión, pero García-Franco se queda sólo con el dato: «Sabemos que los asesinos tienen importantes apoyos. Lo saben, especialmente, los vascos que tendrán que sobrevivir en un futuro inmediato con la mafia instalada en sus ayuntamientos y, si los complejos de los otros partidos no lo impiden, también en la Diputación de Guipúzcoa. ¿Tendrá la Hacienda foral de ese territorio línea directa con ETA?». A mí, la verdad, me empiezan a dar pena.