Tras el 22-M
El PSE dejará Gipuzkoa a Bildu si el PNV no le apoya en Donostia
Presenta como alcaldable a Ernesto Gasco, décimo de la lista que no salió elegido, y fuerza la renuncia de Odón Elorza al cargo de concejal.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El PSE maniobra para tratar de reconquistar con pactos la Alcaldía de Donostia que perdió en las urnas. Por un lado, ha forzado la renuncia de Odón Elorza al acta de concejal y otros dos candidatos habrán de hacer lo mismo, para así presentar como alcaldable al décimo de la lista, Ernesto Gasco. El partido alega que hay que impedir que Bildu se haga con el puesto. La segunda parte de la operación es la amenaza de que no apoyará a Markel Olano y dejará que la Diputación quede en manos de la coalición independentista si no se cierra un acuerdo para los ayuntamientos.
Un alto cargo del PSE de Gipuzkoa manifestó a este diario que están hartos de ser los únicos que actúan «con responsabilidad institucional». Si no hay un acuerdo global que incluya ayuntamientos como los de Donostia, Errenteria y Andoain y los que el PNV pueda querer recuperar, el PSE no votará a Markel Olano como diputado general, con todas las consecuencias que ello pudiera tener.
Los alcaldes se elegirán el próximo 11 de junio, mientras que el proceso para la constitución de las Juntas Generales y la posterior investidura de los diputados generales es más lento y probablemente se retrase hasta la segunda semana de julio.
La elección de alcalde exige que alguno de los candidatos consiga sumar la mayoría absoluta de los votos de los concejales. Si esto no se produce, queda designado automáticamente el cabeza de lista del partido más votado.
En el caso de Donostia, para desbancar a Juan Karlos Izagirre, candidato de Bildu (8 concejales), el PSE (7) tendría que sumar el apoyo de PNV (6) y PP (6). Su nuevo candidato, Ernesto Gasco, tendría asegurados los votos del PP. Su presidente en Gipuzkoa, Borja Semper, afirmó ayer que «un diputado general jeltzale y un alcalde socialista es un escenario razonable». El PNV no quiso aclarar su posición.
El décimo de la lista
El PSE, que no supo prever el efecto de Bildu (Iñaki Arriola reconocía ayer que de haberlo esperado habrían hecho una campaña distinta), ha tenido que maniobrar con urgencia y cierta improvisación. Odón Elorza dice que quiso anunciar su decisión de no aspirar a la Alcaldía en el momento que se conocieron los resultados, pero que el partido le frenó para poder tomar decisiones. Después, cuando el jueves confirmó su renuncia, Elorza se mostró dispuesto a seguir como portavoz del PSE en la oposición, pero finamente ha sido forzado a renunciar incluso a ese puesto para correr la lista.
El secretario general del PSE de Gipuzkoa y consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, fue quien anunció ayer que propondrán a su viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco, como alcaldable.
Gasco, que ya fue concejal en legislaturas anteriores, ocupa el décimo puesto de la candidatura. Para que pueda ser concejal deberán renunciar a su puesto dos de las personas que le preceden, además de Odón Elorza. Y para ser candidato a la Alcaldía, todos los anteriores deben manifestar por escrito que no quieren ese cargo. Entre quienes deberán hacerlo hay personas de largo recorrido político como Susana García Corcuera y Denis Itxaso, que podrían haber sido el relevo «natural».
Iñaki Arriola definió a Ernesto Gasco como una persona «con capacidad, solvencia y conocimiento de la ciudad» y que está «cualificado y capacitado para coger las riendas del Ayuntamiento».
Sin embargo, si lo que el PSE pretende es facilitar acuerdos con el PNV -que había anunciado su veto a Elorza- no parece que la figura de Gasco sea la idónea. Desde su puesto de viceconsejero de Transportes, ha sido el «ariete» del Gobierno de López contra la Diputación de Bizkaia y el protagonista de los más sonoros enfrentamientos, como los relacionados con el metro, su lanzadera y la exclusión del PNV del Consorcio de Transporte de Bizkaia.
Bildu: «Es un fraude»
La designación de Ernesto Gasco como «alcaldable» del PSE fue calificada de «fraude a toda la ciudadanía donostiarra» por Bildu. La coalición ganadora de las elecciones recuerda que ni siquiera resultó elegido concejal, y mantiene que «este movimiento desordenado a la fuerza debe obedecer a intereses que se nos ocultan y se nos antojan inconfesables».
Bildu tampoco olvida que Odón Elorza ha estado toda la semana «agitando a la sociedad» en su contra. En una nota, apunta que esta última «estratagema interna» demuestra que el PSE «no tiene ninguna intención de respetar la voluntad de la ciudadanía, ni tan siquiera de respetar las tan reclamadas reglas democráticas». Y concluye diciendo no saber «hasta dónde van a llegar el delirio o las ansias de mantener el poder del PSOE».
Diputación en el aire
Los pactos para el Ayuntamiento de Donostia y para la Diputación de Gipuzkoa son vasos comunicantes. El PSE asegura que si no hay acuerdo municipal, no votará a Markel Olano para diputado general. El PNV, por su parte, no ha renunciado a presentar su candidato en función de cómo se desarrollen las conversaciones con otros partidos.
Bildu anunció ayer que tendrá un primer encuentro con el PNV el próximo lunes. Pondrá sobre la mesa su programa para Gipuzkoa y verá si es posible encontrar puntos de acuerdo con otros partidos.
La Junta Electoral Provincial de Araba rechazó ayer el recurso del PNV que solicitaba la anulación de los resultados de las elecciones forales en una mesa de Erriberagoitia y que, en caso de estimarse, habría otorgado a esta formación un nuevo escaño procedente del PSE. Los jeltzales recurrirán a la Junta Electoral Central.
En la mesa se admitieron las papeletas de inmigrantes que no tienen derecho a voto para las JJGG, aunque sí a las municipales. La Junta Electoral ha estimado que el número de votos irregulares admitidos no altera el reparto final de escaños, porque eran 6 y el PSE aventaja en 7 al PNV. La formación jeltzale sostiene que eran 10 y recurrirá a la Junta Electoral Central.
La aceptación del recurso cambiaría la correlación de fuerzas y la suma de PNV y Bildu (25) superaría a la de PP y PSE (24). GARA
El cabeza de lista de Bildu en Gipuzkoa, Martin Garitano, afirma que con la entrada de la coalición a las instituciones llega un cambio en la forma de hacer política. Y en este sentido aseguró que no entran «en un toma y daca» con el PNV para intercambiar apoyos entre Gipuzkoa y Araba. Garitano, que habiendo ganado de largo las elecciones en su territorio podría verse desplazado por un pacto de otros partidos, insistió ayer en que el voto de Bildu para que Xabier Agirre repita como diputado general en Araba es sin contrapartidas, porque lo que pretende es impedir que «la derecha más extrema», en alusión al PP, se haga con la institución.
Entrevistado en Telecinco, el periodista negó que con Bildu ETA llegue a las instituciones. «Ha llegado el cambio, otra forma de hacer política y otros principios distintos a los actuales, pero que son tan legítimos democráticamente como cualquier otro», aseguró.
En cuanto a «la falta de experiencia» que algunos achacan a Bildu, Martin Garitano recordó que «eso se adquiere trabajando, si a uno le dejan trabajar y no le hacen pactos antinatura». «Tenemos profesionales cualificados», afirmó.
Incidió en los excelentes resultados de la coalición, en su derecho a gobernar Gipuzkoa y en que darán su voto a PNV en Araba porque creen que «no es bueno que gobierne la extrema más derecha». Y que esto último es algo «desinteresado».
Después de que la Junta Electoral Provincial no atendiera ayer el recurso del PNV y a la espera de que se pronuncie la Central, el acceso de Xabier Agirre a la Diputación está pendiente de los votos de los dos procuradores de Ezker Batua. Esta formación no desea que el PP gobierne la Diputación, pero espera conseguir algún tipo de contrapartida para «justificar» su apoyo al PNV.
Entre tanto, el PP, que cuenta con 16 escaños en las JJGG de Araba, anunció ayer que inicia sus contactos para tratar de volver a presidir la Diputación y pidió al PNV que no caiga en la «radicalidad». Pese a que el presidente del ABB, Iñaki Gerenabarrena, anunció que su partido presentaría la candidatura de Agirre, el PP prefiere pensar que no es un tema «zanjado» y trata de presionar a los jeltzales.
El PSE, por su parte, cuarta fuerza y gran derrotado de estos comicios, también pide al PNV que pactar con Bildu y optar por formar parte de un proyecto de «radicalidad y exclusión» supondrá «un problema». GARA
Los concejales de Bildu también mueven ficha en Nafarroa, donde esta candidatura ha logrado nada menos que 184 electos. Ayer comparecieron en rueda de prensa para incidir en que es necesario apartar a la derecha de los ámbitos de poder, una idea que se viene repitiendo herrialde a herrialde desde el lunes. En consecuencia, emplazaron directamente a dos fuerzas a ir cerrando acuerdos municipales ya: Nafarroa Bai 2011 (que ha obtenido 70 ediles) e Izquierda-Ezkerra (que tiene 18). UPN ha logrado 322 actas de concejal en Nafarroa, mientras que el PSN se ha quedado en 239.
En una rueda de prensa en la que ejercieron como portavoces Arturo Goldarazena (Tafalla) y Mikel Ortega (Baztan), los concejales de Bildu lanzaron un llamamiento concreto a NaBai e I-E, así como a otras candidaturas populares independientes «progresistas y abertzales», para consensuar acuerdos municipales de cara a la constitución de los ayuntamientos, que se realizará el sábado 11 de junio.
Añadieron que también dejan «las puertas abiertas» al PSN, del que recordaron que por ahora «no se ha definido, y tendrá que dar el paso». El concurso de sus tres concejales resultaría imprescindible, por ejemplo, para que UPN perdiera la Alcaldía de Iruñea. Otro tanto ocurre con el Gobierno navarro.
Por lo que respecta a NaBai e I-E, Bildu entiende que «las posibilidades de acuerdos son muy reales». Ello permitiría cómodas mayorías progresistas y abertzales en ayuntamientos como Altsasu, Antsoain, Baztan, Bera o Atarrabia. En catorce consistorios más se podría desbancar a UPN si el PSN se implicara en ello. Y Bildu tiene garantizadas ya catorce alcaldías en otras tantas localidades en que ha logrado mayorías absolutas.
Su oferta se basa en la convicción de que «la ciudadanía navarra ha hablado y ha dejado claro que quiere el cambio; ha hablado y ha dicho que basta ya de gobiernos grises. En Nafarroa necesitamos colores, necesitamos que la pluralidad de la sociedad navarra se vea reflejada tanto en los gobiernos municipales como en el Gobierno Foral».
Goldarazena, Ortega y el resto de nuevos concejales y alcaldes no olvidaron mostrar su agradecimiento a la ciudadanía navarra por el masivo apoyo recibido, más aún cuando, según recordaron, «las 49 candidaturas han sido presentadas en un tiempo récord». Han cosechado 37.017 apoyos, lo que convierte a Bildu en tercera fuerza municipal (en el Parlamento es cuarta, ya que en este caso le supera NaBai).
Prometieron a quienes les han apoyado que «esos votos se han convertido en el mejor combustible para el proceso y para el logro de la paz y la normalización política. Su apoyo va a servir para seguir trabajando por el cambio político y social que una amplia mayoría desea y exige».
Mientras tanto, todo el panorama de gobernabilidad en Nafarroa sigue pendiente de la «reflexión» anunciada por el PSN, aunque vistos los precedentes nadie duda de que volverá a pactar con UPN y sólo queda la duda de si esta vez se incorporará al Gobierno navarro, en lo supondría una coalición inédita (hasta ahora el apoyo siempre ha sido externo).
El secretario general de la UGT, Juan Goyén, que respaldó al PSN en campaña, no quiso decantarse ayer. Se limitó a decir que Roberto Jiménez y sus compañeros «son la novia más querida y deben estudiar las ofertas para ver cuál responde mejor a las necesidades». Goyén sí indicó al PSN que no debe decidir en función de puestos, «sino de políticas, en temas como la creación de empleo o la protección social»
Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), Jose Antonio Sarría, mostró «preocupación» por el apoyo a Bildu y auguró que «va a dificultar» la labor empresarial en ciertas zonas. Sarría abogó además por que cualquier acuerdo en las principales instituciones esté integrado por «partidos constitucionalistas».