Amparo LASHERAS | Periodista
Justicia de capa y espada
Si me preguntan por qué de pronto he relacionado a la Asociación Dignidad y Justicia con Pimpinela Escarlata, no tengo una respuesta convincente. Pensar en ello me sorprende tanto como a ti que me lees y no sé quién eres. La idea ha llegado a mi cabeza al conocer la noticia de la detención del ex miembro de ETA Iñaki de Renteria, en libertad tras permanecer 10 años en prisiones francesas y españolas. La detención se produjo a instancias de una denuncia, realizada en febrero pasado, de Dignidad y Justicia, una asociación cuyo objetivo es perseguir sin tino a cualquier activista vasco para confinarlo en una cadena perpetua que tiene mucho de venganza y nada de justicia. Según la novela de la Baronesa Orczy, Pimpinela Escarlata fue un grupo de aristócratas ingleses, que actuaron como una quinta columna contra la Revolución Francesa, librando de la guillotina a numerosos nobles y poniendo a buen recaudo en Inglaterra sus personas, fortunas y privilegios. Apoyados por la realeza de otros países, su objetivo fue luchar contra el cambio y preservar aquellas prebendas de la aristocracia europea que la burguesía había desbaratado con los principios de la Revolución. Lo cual demuestra, y continúo sin el análisis ortodoxo que debiera, que a lo largo de la historia los grupos de poder han maquinado constantemente, incluso con la sofisticación literaria, para cambiar la historia y revestir sus intereses económicos y su imperialismo en triunfo y justicia patriotera de capa y espada como la que practica Dignidad y Justicia contra Euskal Herria, en un mano a mano de emboscada jurídica con los espadachines de la Guardia Civil.