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La Justicia serbia da luz verde a la extradición de Mladic a La Haya

El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia se prepara para recibir al general serbobosnio Ratko Mladic, después de que la corte especial serbia de crímenes de guerra diera ayer luz verde a su extradición tras comprobar que, pese a sus «enfermedades crónicas», está en condiciones de ser juzgado. El presidente serbio, Boris Tadic, tildó de «basura» las acusaciones de complicidad en la huida de Mladic dirigidas contra las autoridades de Belgrado.

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«Se ha determinado que el general Ratko Mladic está fisicamente apto para seguir la audiencia, él se ha negado a recibir el acta de acusación del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y a continuación hemos decidido que se cumplen las condiciones para su extradición» a La Haya, informó la portavoz del departamento especial de crímenes de guerra del Tribunal del Belgrado, la juez Maja Kovacevic Tomic.

La Justicia serbia decidió así sentar a Mladic en el banquillo de los acusados del TPIY para ser juzgado por quince cargos de genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad. Su abogado, Milos Saljic, anunció que el lunes apelará el fallo, por lo que la extradición podría aplazarse una semana. Mientras tanto, permanecerá en las dependencias del Tribunal de Belgrado, donde ayer pidió que le llevaran obras de grandes escritores rusos como Turgueniev, Tolstoi y Gogol, un televisor y fresas.

El tribunal serbio reanudó ayer el interrogatorio a Mladic, que se había suspendido la víspera precisamente debido a su delicado estado de salud y confirmó que se cumplen las condiciones para enviarlo a La Haya.

En las escasas imágenes que se han visto del general, de 69 años, parece haber envejecido bastante y presenta problemas de movilidad. Las autoridades serbias informaron de que tiene la tensión alta, problemas coronarios y una piedra en el riñón.

Su hijo, Darko, aseguró tras visitarle junto a su madre, Bosiljka, en las dependencias donde permanece detenido, que su padre ha sufrido dos infartos cerebrales, tiene prácticamente paralizado su brazo derecho, ya que no mueve los dedos, no siente la parte derecha de su cuerpo y apenas puede hablar.

Rechazó que las informaciones sobre el supuesto mal estado de salud sean sólo una táctica de la defensa, como han señalado algunos representantes de la Fiscalía. Además, indicó que su padre, del que asegura no haber tenido noticias en los últimos diez años, hasta el extremo de creerlo muerto, no se considera culpable de los crímenes de guerra de los que le acusa el TPIY.

El abogado Saljic insistió en que «el Carnicero de los Balcanes» no puede ser entregado al TPIY por sus problemas de salud. Su hijo confió también en que no sea extraditado en sus actuales condiciones. Por eso, han solicitado su traslado a un hospital militar y el envío de un equipo médico independiente desde Rusia para que valore su estado y supervise su tratamiento.

El fiscal serbio de crímenes de guerra, Vladimir Vukcevic, que también coordina los equipos de búsqueda de los prófugos del TPIY, dijo tener la impresión de que Mladic tiene plena consciencia, está bien orientado y «bastante preservado» mentalmente». Agregó que «mostraba deseo de conversar» y que se mostró «bastante cooperativo».

Fuentes cercanas al Tribunal declararon a AFP que «sus ojos muestran cierta locura», pero subrayaron que «será enviado a La Haya incluso si está loco».

Enfermo o no, la portavoz del TPIY, Nerma Jelacic, subrayó que el tribunal internacional es capaz de cuidar a personas enfermas, señalando que la mayoría de los acusados por esta corte han sido transferidos a La Haya con «patologías preexistentes».

Afirmó que «el centro de detención se ocupa de los enfermos desde su creación» y recordó que además de su propio centro médico tiene acceso al sistema médico neerlandés, tanto de modo abierto como en prisión.

Los jueces del TPIY dieron ayer vía libre a la Fiscalía para que reestructure la acusación contra Mladic, ya que consideran que los cambios propuestos no afectan al derecho de la defensa del acusado ni retrasan el juicio. La principal modificación es que el cargo de genocidio se disgrega en dos para especificar el lugar y el momento de la presunta comisión del crimen.

La Corte de La Haya considera, asimismo, ampliar la acusación contra el «Carnicero de los Balcanes» por diversos crímenes cometidos en Croacia en 1991 cuando éste llegue a la sede judicial internacional, según confirmó el jueves por la noche el fiscal jefe del TPIY, Serge Brammertz.

«Dos pistolas que no usó»

Ayer comenzaron a conocerse detalles de su arresto, ocurrido en casa de su primo en Lazarevo -donde un grupo de vecinos quiere lanzar una iniciativa para que su localidad lleve en el futuro el nombre de Mladic-, después de pasar 16 años prófugo del TPIY. Allí vivía en condiciones humildes, sin apenas medios económicos, según el ministro serbio de Interior, Ivica Dacic, quien precisó que la captura se produjo durante el primer registro policial realizado en la aldea donde tiene varios parientes.

El ministro encargado de la búsqueda de los criminales de guerra, Rasim Ljajic, señaló que en el momento de su detención «Mladic tenía dos pistolas cargadas que no usó» y añadió que «iba vestido con varias capas de ropa, apenas estaba reconocible y no llamaba la atención. Parecía pálido como si no hubiera salido al aire libre durante mucho tiempo». En el momento de su detención se encontraba solo, acompañado únicamente de sus primos.

Las autoridades desmintieron que Mladic tuviera una identidad falsa, algo que sostienen algunos medios serbios, aunque no descartan que se identificara con otro nombre.

El diario sensacionalista «Blic» publicó una entrevista con un estudiante que afirmó haber trabajado con Mladic como albañil en Zrenjanin, en la provincia de Vojvodina, donde se escondió. El entrevistado, que incluso le llegó a mencionar su parecido físico con el prófugo, confirmó su identidad falsa al señalar que «no puedo creer que Milorad Komandic es en realidad Ratko Mladic».

Según fuentes cercanas al Tribunal de Belgrado, el primer deseo expresado por Mladic tras su arresto fue visitar la tumba de su hija Ana, que se suicidó en 1994 con 23 años de edad. Los medios serbios dijeron entonces que la estudiante de medicina fue impulsada a suicidarse, desespera- da por las presiones que estaba sufriendo a causa del papel que estaba jugando su padre en las guerras de la antigua Yugoslavia. Su muerte afectó profundamente al ex comandante militar de los serbios de Bosnia.

Un tercer ministro, el de Defensa, Dragan Sutanovic, habló también sobre la detención del «Carnicero de los Balcanes» al afirmar que, durante los cuatro años que lleva al frente de esta cartera, el Ejército serbio «nunca ocultó» al general y no recibió ninguna información sobre él.

Sin embargo, el viceprimer ministro serbio, Bozidar Djelic, sostuvo en declaraciones a la radio francesa France Inter que el Estado llevará a cabo una «investigación exhaustiva» para determinar si Mladic se benefició de «complicidades en el aparato del Estado» durante sus 16 años como prófugo.

Y es que son muchas las voces que mantienen que Belgrado ha sabido siempre dónde se escondía y ha elegido este momento para detenerle. El presidente serbio, Boris Tadic, negó esas acusaciones, que calificó de «basura» en una entrevista en la CNN. Mantuvo que el Gobierno serbio «ha trabajado muy duro para detenerle y, finalmente, lo hemos conseguido».

En opinión de Tadic, inicialmente Mladic contó con la protección de algunos miembros del Ejército, pero posteriormente sólo con el de algunos de sus familiares, y prometió que, en todo caso, se investigará.

El presidente serbio planta a Obama

Una veintena de presidentes de Europa central y oriental se reunieron ayer en Varsovia para debatir sobre las transformaciones «democráticas» en la región y esperaban para una cena de trabajo al presidente de EEUU, Barack Obama, que cerrará en Polonia su gira europea de esta semana que termina.  El presidente serbio, Boris Tadic, cuya presencia se esperaba con expectación tras la detención de Mladic, declinó la invitación por la presencia de la presidenta kosovar, Atifete Jahjaga. El presidente rumano, Traian Basescu, hizo lo propio. Rumanía insiste, junto con otros cuatro estados, liderados por el español, en no reconocer la independencia de Kosovo.Tampoco el histórico líder del sindicato Solidarnosc y ex presidente polaco, Lech Walesa, asistirá hoy sábado a una recepción oficial del inquilino de la Casa Blanca. Fuentes de su entorno aseguraron que el premio Nobel de la Paz de 1983 está molesto por no haber recibido una invitación oficial de quien recibió el mismo galardón en el año 2009. Obama ha puesto a los países del bloque oriental como modelo para las revueltas árabes. GARA

La detención llega en un momento crucial en las relaciones entre Serbia y la Unión Europea

La detención de Ratko Mladic ha tenido lugar en un momento decisivo para Belgrado, justo cuando en Occidente se elevaban las voces más críticas contra la falta de cooperación de Serbia en la búsqueda de criminales de guerra.

«Era la hora once y no me ha sorprendido la operación, en la medida en que las autoridades serbias estaban contra la espada y la pared», señaló Zoran Dragisic, especialista universitario en cuestiones de seguridad, a la televisión B92.

«Es verdad que antes también había habido presiones, pero está claro que esta vez Mladid representaba un gran problema para el Gobierno. Esta historia tenía que terminar», concluyó.

Los llamamientos desde la UE a Serbia para que entregara a Mladic habían aumentado en las últimas semanas. El presidente de la Comisión de Bruselas recordó hace poco que «el tiempo apremia» si Serbia quiere obtener el estatus de candidato a la UE antes de que termine el año e insistió en que la total cooperación con el TPIY «es una cuestión crucial».

Filtraciones a la prensa aseguraban, horas antes de la detención, que el fiscal del Tribunal, Serge Brammertz, tenía previsto presentar a principios de junio ante el Consejo de Seguridad un informe muy duro contra Serbia.

Las críticas a Serbia van, con todo, más allá de la cuestión del criminal de guerra hasta ahora prófugo. Medios diplomáticos de la UE han reiterado sus consideraciones sobre «los insuficientes avances» en materia económica y política para la futura integración en la UE.

A las difíciles décadas que ha afrontado Serbia, y que incluyeron dos guerras de agresión y una agresión de la OTAN que afectó a buena parte de su infraestructura, se suman los efectos de la crisis global. El país, que no logró despegar antes del estallido de la crisis, ha tenido que pedir ayuda al FMI para evitar un colapso total.

Eso no le distingue, de ninguna manera, de buena parte de la Europa oriental y de los periféricos, bautizados como «Pigs». Pero Bruselas le exige que abandone definitivamente los restos de economía colectiva que se mantienen a duras penas y abrace la privatización total.

Todo para obtener un status de candidato que, en el mejor de los casos, no le permitiría entrar a la UE antes de 2020. GARA