Hay historias que se repiten y otras que no. Por desgracia, el primer partido de la serie entre el Caja Laboral Baskonia y el Barcelona no respondió a la película de la última final liguera. Pese a realizar una gran primera mitad, un parcial de 32-20 en el tercer cuarto tumbó a un Baskonia al que le faltó intensidad en la defensa y el rebote.

Cuando se esperaba un partido netamente defensivo, ambos conjuntos sorprendieron con un juego fluido, casi más propio de una temporada regular. Así, el Baskonia conquistaba rápidamente la delantera, con Teletovic haciendo gala de su tiro, y Huertas, bien en el tiro o bien en el pase, dominando el tempo del partido. La escuadra culé respondía con el juego interior, sobre todo por el tiro de media distancia de Lorbek y la capacidad de salto de Ndong.

En este juego en apariencia desenfadado, fue el Baskonia quien dio primero, logrando una máxima de siete puntos en el segundo cuarto: 28-35, gracias a la positiva irrupción de la segunda unidad gasteiztarra -aunque esta aportación se apagaría pronto-. Bastó un tiempo muerto de Xavi Pascual para que los locales recondujeran la situación. Tras la segunda falta de Barac, el rebote pasó a ser patrimonio exclusivo del Barcelona, que además pudo lograr limar la desventaja desde la línea de tiros libres, merced a avivar el ritmo de sus ataques, saliendo en transición con el balón controlado. Una nueva canasta de Ndong -imparable jugando por encima del aro- ponía el marcador 40-41 al descanso.

Otra vez el tercer cuarto

Dusko Ivanovic se ha negado a reconocer que el tercer cuarto de los suyos esta año ha sido casi sinónimo de crisis. No es que al técnico montenegrino no le falte razón, pero sí es cierto que se «come» unos cuantos parciales muy difíciles de remontar.

El Barcelona mejoró en defensa -el rebote seguía siendo suyo, pero además Huertas ya no podía encontrar a Teletovic, y por otro lado frenaron a San Emeterio en seco, negándole penetrar con su mano derecha-, y a su habitual acierto en ataque añadió el plus de «combustión espontánea» de Lorbek y Navarro, que lideraron un parcial de 11-0 que puso a los de Ivanovic contra las cuerdas: 57-47.

No obstante, en vez de bajar los brazos, los gasteiztarras apretaron los dientes para tratar de remontar, a base de canastas de Huertas y, sobre todo, Barac -que regaló varias canastas al poste y un triple que denotaban una clase impresionante-.

La diferencia catalana no se iba por encima de los diez puntos, pero tampoco bajaba, ya que Anderson y Ndong también se apuntaron a la fiesta anotadora. El escolta estadounidense cerró un parcial de 32-20 del tercer período con una gran canasta sobre la bocina.

Con el duelo cuesta abajo, los hombres de Xavi Pascual no se dejaron sorprender, por mucho que Teletovic volviera a emerger con varios triples llenos de carácter. Acciones como un taponazo de Sada sobre Barac, o un mate de Anderson tras una mala recepción del pívot croata -que impidió que el Baskonia se volviera a meter en el duelo- evidenciaron que la suerte estaba echada. Mañana al mediodía, la historia puede que sea otra.