Los alemanes ya han elegido su opción: un apagón nuclear inmediato y sin condiciones. Así lo hicieron saber ayer las decenas de organizaciones ecologistas, sindicatos y partidos políticos que convocaron con gran éxito las diversas manifestaciones que recorrieron las calles del todo el país. Según los organizadores, 250.000 personas participaron en las mismas, de las que 30.000 se reunieron en Berlín.

En la misma capital tuvo lugar la reunión final de la comisión ética que lleva a cabo el informe que contempla las posibles actuaciones de abandono de la energía atómica sin afectar al suministro, comisión que designó la propia canciller, Angela Merkel, tras el accidente en la planta nuclear japonesa de Fukushima. Según filtraron ayer varios medios de comunicación, la comisión prevé completar el apagón nuclear no antes de una década. El informe no se hará público por lo menos hasta hoy, cuando miembros del Ejecutivo de Merkel se reunan para conocer todos los detalles.

El tema se ha convertido para el Gobierno en una preferencia, que tras aprobar el año pasado un plan energético que prolongaba la vida de las centrales una media de doce años, ahora priorizan la implantación de energías renovables.