No fueron los únicos responsables de la derrota bilbaina ante el Real Madrid, pero desde luego que los puntos de Ante Tomic y Sergi Llull resultaron determinantes para que el Real Madrid lograra el 1-0 ante la escuadra bilbaina.

Ambos jóvenes, cosecha de 1987, sumaron 35 puntos y 43 de valoración. Pero más allá de su aportación numérica, el dominio del pívot croata bajo los aros, bien protegido por Reyes, y las eléctricas transiciones del menorquín, resultaron vitales, sobre todo en los minutos de la verdad, cuando Bilbao Basket tuvo la opción de ganar el partido tras acercarse 63-61.

«El -Real- Madrid es un equipo muy grande, la diferencia no son solo Tomic y Llull», declararía, no obstante, Fotis Katsikaris. El técnico bilbaino subrayó con mayor ahinco el daño provocado por «los triples» de la escuadra merengue, mientras que achacó cierta «falta de intensidad defensiva» entre los suyos, lo que, dijo, repercutió en su ataque.

«No hemos salido con intensidad en defensa. Sin actitud atrás tenemos problemas delante», reconoció Katsikaris. «El domingo -por hoy- el equipo va a estar mucho mejor, más competitivo», prometió el preparador heleno.

Demasiados nervios

Y es que Fotis Katsikaris lamentó que a su equipo le pesaron en exceso los «nervios», aunque vio en ese exceso de ansiedad algo positivo, ya que significa que «hay exigencia en el vestuario». Asimismo, añadió que su conjunto tuvo «falta de paciencia» y debió ser «más determinante de cara a canasta».

Katsikaris también reconoció que los suyos no están en su mejor momento físico. Por un lado, la lesión de Edu Hernández-Sonseca no se termina de curar y el griego ve «muy complicado» que pueda estar para esta noche. Por contra, aunque Vasileiadis arrastra molestias físicas, el técnico vio «bien» a su pupilo, aunque aseguró que para el segundo choque de la serie «estará mejor».