Los beneficiarios de los acuerdos, los ciudadanos
La reunión mantenida ayer entre Bildu y PSE no ofreció sorpresas respecto a un más que difícil acuerdo de investidura. Sin embargo, el candidato a diputado general por ese partido, Miguel Buen, mostró, desde la discrepancia programática, su disposición a alcanzar acuerdos puntuales, especialmente en temas sociales, con la formación abertzale de izquierdas. Además, la delegación del PSE manifestó su interés por el proceso de normalización de Euskal Herria, en el cual, como reconocieron los representantes de Bildu, ese partido ha de tener un importante papel.
La existencia en el seno del PSE de sensibilidades diferentes de la que representa el consejero de Interior, Rodolfo Ares, no se puede calificar sino de positiva. Y es una buena noticia el hecho de que esas sensibilidades afloren y muestren que en ese partido no todos se alinean con el discurso del «no». Que hay quien entiende la política como la capacidad de priorizar el bien común, y el acuerdo como un medio para lograrlo. Ciertamente, los eventuales acuerdos tanto puntuales como en materia de normalizazión en modo alguno se deberían percibir como favorecedores de unas u otras siglas, siempre y cuando el norte de los mismos sea el interés general. Los beneficiarios lo serían todos, y en primer lugar los ciudadanos, cuyo reciente mandato en ese sentido parece claro.