Los resultados han sido magníficos, muy muy buenos. Todo ello ha sido gracias al trabajo que se hizo en su día. A pesar de que lo hicimos muy rápido, conseguimos presentar una candidatura que mostrase que la política de izquierdas y nacionalista se podía hacer con caras nuevas y ganas de trabajar.

Hubo un tema que dio mucho que hablar. Aunque las personas vinculadas localmente a Nafarroa Bai en Tafalla estaban dispuestas a no presentarse, finalmente desde la dirección, en Iruñea, se impulsó una lista. ¿Creen que esos votos pudieron haber sido determinantes para desbancar a UPN?

Lo sucedido con NaBai ha sido la espina que personalmente más me ha dolido en esta campaña. El comité local decide no presentar candidatura en Tafalla porque no tenían ninguna clase de representación y porque veían en nosotros una fuerza que iba a representar a todos los abertzales, como quedó de manifiesto cuando hablamos con ellos. Desde Iruñea, en cambio, se dijo que tenían opciones. Lo hicieron fatal, fatal. Al final nos quitado 110 votos, que probablemente, al unirnos, pudieran haber sido algunos más. Y eran determinantes para poder haber sido la lista más votada.

Hay también acusaciones de que UPN ha realizado maniobras oscuras en la residencia de jubilados de las monjas y entre inmigrantes búlgaros para hacerse con una importante bolsa de votos. ¿Les consta algo de eso?

Son cosas complicadas. En primer lugar, el colectivo de búlgaros son tan tafalleses como los demás y tienen todo el derecho a participar en las elecciones. Sí creemos que ha habido cierta manipulación. Lo mismo ha sucedido con los ancianos. Nno tenemos pruebas de que haya habido una ilegalidad puesto que la habríamos denunciado, pero sí que creemos que es cuestionable desde el punto de vista ético.

Desde el resto de Euskal Herria puede sorprender que en Tafalla, en la zona media de Nafarroa, los abertzales hayan obtenido un resultado tan bueno. Pero hay que tener en cuenta que Maiorga Ramírez, líder de EA en Nafarroa, o dirigentes históricos de la izquierda abertzale como Floren Aoiz o Adolfo Araiz son tafalleses. ¿Hasta qué punto influye eso?

En Tafalla, el voto abertzale, ya sea de EA, de la izquierda abertzale, en la pasada legislatura de ANV y NaBai, siempre ha sido importante. El problema ha sido que siempre ha estado dividido. Pero hay una tradición muy importante. A mí personalmente no me ha sorprendido que hayamos sacado seis concejales. La apuesta era sumar y si no conseguíamos más de lo que teníamos hubiera estado bien, pero a mí me hubiera decepcionado no habernos podido abrir a otros sectores. Hemos conseguido aglutinar a esos sectores. Hemos tenido un equipo de más de cien personas trabajando en el programa y en todas las actuaciones que hemos hecho.

Hasta el sábado queda tiempo para que se constituyan los ayuntamientos. ¿Han mantenido conversaciones con el PSN e Iniciativa por Tafalla para intentar desbancar a UPN?

La verdad es que ha habido contactos, pero no a nivel institucional. El PSN tiene un debate interno muy fuerte y se tienen que posicionar. No ha habido por tanto contactos oficiales, pero los habrá. Entonces, hasta que no se produzcan estos contactos tenemos que esperar. Tienen una tesitura en la que están valorando las opciones de cara el futuro desde el punto de vista ideológico y de funcionamiento. Con Iniciativa por Tafalla ocurre lo mismo. Hemos tenido una conversación informal para valorar su postura. En cualquier caso, todo va a depender de la postura que mantenga el PSOE.

De todos modos, ¿mientras haya posibilidades intentarán seguir esta vía?

Desde Bildu hemos ofrecido al PSN de Tafalla trabajar con nuestro programa y con el suyo. Lo que tienen que valorar es que nosotros estamos dispuestos a trabajar con ellos para conseguir que en Tafalla tengamos un ayuntamiento de izquierdas. Pero insisto en que son ellos los que se tienen que definir. Ellos han estado destacando que tienen un programa de izquierdas. Si tienes un programa de izquierdas, no se entiende que con tu voto o tu abstención favorezcas que UPN logre la Alcaldía. La verdad es que ellos van a tener la última palabra. Martxelo DÍAZ