Fase de ascenso a Segunda A
Marcar en el difícil feudo lucense
La escuadra babazorra tuvo serias opciones de adelantarse en la primera parte, pero en la segunda pesó el esfuerzo y no encajar un gol.
ALAVÉS 0
LUGO 0
Natxo MATXIN
Como mínimo, el Alavés tendrá que marcar en el inexpugnable estadio Ángel Carro, donde el Lugo ha fraguado su liderazgo del grupo I. Los de Álvarez Tomé merecieron más, especialmente en la primera mitad, pero no concretaron sus llegadas. El miedo a encajar un gol y la falta de oxígeno tras el esfuerzo realizado antes del descanso frenó las acometidas locales y generó una segunda parte bastante más contenida.
Pese a lo dificultoso de la empresa para la vuelta, si la escuadra arabarra juega con la misma intensidad y cabeza que lo hizo ayer en Mendizorrotza, dispondrá de sus opciones en tierras gallegas. La trayectoria de los de Quique Setién asusta -no han perdido en toda la temporada en su feudo-, pero no hay que olvidarse que un empate con goles inclina la balanza de la eliminatoria del lado vasco.
Y es que el Alavés no sólo le plantó cara a un rival que partía con la vitola de favorito, sino que incluso pudo doblegarlo en el marcador durante el primer asalto del choque. Los dos conjuntos saltaron con un estilo de juego completamente diferente, los anfitriones sin perder tiempo en la transición y apostando fuerte por las jugadas a balón parado, mientras el Lugo optaba por sobar el cuero, pero sin generar apenas peligro.
Eran los de Álvarez Tomé los que mejor lectura hacían del partido, contrarrestando con orden defensivo el intento de hacerse con la pelota de los gallegos y saliendo rápido por bandas. Casares, Óscar Martínez e Indiano eran quienes mejor interpretaban la melodía compuesta por el preparador leónes.
Especialmente éste último, dejando un importante destello de su calidad en el minuto 39 al protagonizar la oportunidad en la que el Alavés estuvo más cerca de inaugurar el electrónico. El hábil centrocampista se marchó con estilo propio en forma de vaselina de dos contrarios al borde del área y remató colocado y raso. Sólo la rápida estirada y la punta de los dedos de Escalona evitaron el alborozo de una poblada grada, en una intervención que pudo tener segundas consecuencias, pero a Casares le faltó un milímetro para llegar al rechace casi a puerta vacía.
Miedo y cansancio
El incisivo carrilero ya las había tenido en el 14 y cuando faltaba un minuto para el descanso, pero pecó de tener el punto de mira desviado. En el primer lance buscó la escuadra con intención golpeando con el exterior del empeine y en el segundo empalmó con criterio, pero excesivamente cruzado.
Óscar Martínez también aprovechó su envergadura para tratar de imponerse en las jugadas de estrategia -remató un corner con la testa en el 18 que se marchó arriba y llegó demasiado forzado en una pelota robada diez minutos después-, lances que fueron un quebradero de cabeza para los de Quique Setién, quienes sólo en las botas de Iván pudieron adelantarse con un tiro intencionado en el minuto 33.
Bajó mucho el nivel futbolístico tras el cuarto de hora de descanso, aunque sendos cabezazos de Óscar Martínez y Geni en los inicios de la segunda parte pudieran hacer presagiar lo contrario. El envite se fue trabando y reduciendo en velocidad a medida que el esfuerzo se puso de manifiesto y el miedo a perder hacía mella en la psicología de los jugadores.
Consciente de la nueva coyuntura, Álvarez Tomé trató de refrigerar la vanguardia con la entrada de Jito y, más tarde, Salcedo, amén de oxigenar el medio campo con Josete. Pero el encuentro ya había entrado en derroteros incluso peligrosos, cuando el Lugo se dio cuenta que tenía un filón en el lateral izquierdo local. Tornero lo vio claro e Iván, otra vez, a punto estuvo de dar el disgusto en el 61 con la segunda llegada visitante.
Con pocas energías, el Alavés aún tuvo las suficientes para dar el último empellón. Indiano lo intentó desde lejos, al igual que Josete, y Jito dispuso de la oportunidad más diáfana cuando sólo tuvo que poner la testa a la salida de un corner, pero se fue arriba.
ALAVÉS-LUGO
Carlos Indiano
Aunque de manera intermitente, el centrocampista dejó destellos de su calidad, como cuando se marchó con una vaselina al borde del área en el minuto 39.
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