La bacteria mortal, que ya ha matado a 23 personas en Europa y se ha extendido por al menos once estados, sigue siendo difícil de localizar, al menos su origen. Las primeras 23 muestras de semillas germinadas procedentes de una granja de cultivo biológico del Estado federado alemán de Baja Sajonia analizadas para detectar la presencia de esta bacteria han resultado negativas. Mientras, los hospitales confirmaron una estabilización de la epidemia y arreciaron las críticas contra las autoridades alemanas por la forma en que han gestionado esta crisis.

Los expertos están analizando 40 muestras de brotes vegetales, agua, sistema de ventilación y los estantes procedentes de una granja de cultivo biológico en la localidad de Bienenbüttel, en el distrito de Uelzen, en Baja Sajonia, pero la investigación está siendo complicada desde que se declarara este brote infeccioso hace varias semanas, y no se esperan resultados a corto plazo.

La empresa preventivamente clausurada produce una variedad de semillas germinadas (brócoli, rábanos, mostaza...) o brotes de judías (mungo, azuki...), principalmente para ensaladas, y utiliza semillas procedentes de Alemania, pero también de otros países de Europa y del Lejano Oriente.

No obstante, la ministra federal de Agricultura y Defensa del Consumidor, Ilse Aigner, insistió en la recomendación de las autoridades de Baja Sajonia de no consumir brotes vegetales «mientras la sospecha no sea totalmente descartada». Reiteró que no está probado que la explotación señalada y sus semillas sean «la única fuente» del foco infeccioso», por lo que subrayó la vigencia de la alerta contra el consumo de tomates, pepinos y lechugas crudas, sobre todo en el norte alemán.

El domingo, el ministro alemán de Salud, Daniel Bahr, habló de una fuerte evidencia en relación a las semillas germinadas de Bienenbüttel. Antes, las autoridades alemanas habían señalado a los pepinos españoles, una pista que se demostró equivocada y que provocó una minicrisis diplomática entre Berlín y Madrid que derivó en la petición de compensaciones por parte del Gobierno español -a la que se sumaron Países Bajos y Portugal, entre otros- para el sector hortofrutícola.

Los responsables de Agricultura de la Unión Europea se reunirán hoy en Luxemburgo para alcanzar algún acuerdo sobre el tipo de compensaciones a dar al sector, cuyas ventas se han derrumbado.

«En la estacada»

Con el paso de los días a las autoridades germanas les siguen lloviendo las críticas, tanto internas como externas, por su gestión de la crisis sanitaria.

La copresidenta de Los Verdes alemanes, Claudia Roth, denunció ayer que el Gobierno federal ha ignorado durante demasiado tiempo la dimensión del problema y opinó que «se está dejando en la estacada a los consumidores». Dijo echar en falta un centro de crisis unificado .

Asimismo, se manifestó a favor de compensar a los agricultores que han visto mermar sus ingresos como consecuencia del brote infeccioso.

La Unión Europea se plantea reformar el sistema de alerta rápida para alimentos peligrosos con el fin de evitar nuevas alarmas prematuras y sin suficiente base científica, como algunos estados considera que ha sucedido en este caso. El comisario europeo de Salud y Protección al Consumidor, John Dalli, descartó que el sistema necesite una reforma, pero defendió «ajustes» para favorecer que en el futuro la alerta se active en base a lo que exijan datos científicos.