CRíTICA cine
«La doctrina del shock»
Mikel INSAUSTI
Uno de los aspectos más discutidos con respecto a “La doctrina del shock” es el grado de implicación de Naomi Klein en el documental, donde la autora del libro no tiene más apariciones que el resto de intervinientes. La vemos dar una conferencia y, hacia la parte final, acompañar a Isabel Morel, la viuda de Orlando Letelier, en una visita a Villa Grimaldi. Michael Winterbottom es el máximo y único responsable de esta libre adaptación cinematográfica, junto a su colaborador Mat Whitecross. Y he de decir que su trabajo es impecable, porque resumir un tratado económico tan denso como el de la influyente periodista canadiense, en una película que no llega a la hora y media de duración, requiere una gran claridad de ideas a la hora de saber lo que se quiere contar y cómo se quiere contar.
Con o sin ella, lo que el documental defiende son las teorías de Naomi Klein, expuestas con tanta rotundidad como poder de convicción. El objetivo final es dar con la conexión histórica entre la expansión global del neoliberalismo y el desarrollo de los métodos de control mental, y eso está perfectamente explicado y documentado. El meollo de la cuestión se sitúa a partir de los años 50, estableciendo un paralelismo entre los experimentos en siquiatría llevados a cabo en Montreal por el doctor Ewen Cameron y el surgimiento de la Escuela de Economía fundada por Milton Friedman en la Universidad de Chicago. Durante la Guerra Fría el «electroshock» se aplicó militar y policialmente a las técnicas de los interrogatorios, pero se descubrió que los efectos conseguidos con la tortura sobre los individuos podían extrapolarse a países enteros. En función de los desastres naturales o de los golpes de estado, era cuestión de intervenir en las economías endeudadas desde el exterior, lo que se empezó a poner en práctica con Pinochet en Chile. La patraña de la democratización y del desarrollismo para imponer la sangría capitalista del libre mercado ha ido en aumento hasta llegar a la invasión de Irak.
