Después de haber matado a 23 personas entre los manifestantes en el Golán sirio el pasado domingo, Israel acusó a las propias víctimas que recibieron los disparos de los soldados israelíes de ser los responsables de su propia muerte por haber prendido fuego a campos de minas. Fuentes citadas por el diario israelí «Yedioth Ahronoth» afirmaron que los manifestantes no llevaban extintores, por lo que generaron una situación de peligro para ellos mismos y para otras personas al comportarse de forma irresponsable. Asimismo, fuentes militares aseguraron que muchas de las personas que fueron a protestar junto al muro defensivo del territorio sirio de los Altos del Golán -ocupado por Israel- con motivo del Día de la Naksa murieron o resultaron heridas porque el personal de la Cruz Roja no pudo llegar hasta ellas debido a que los manifestantes «se negaron a poner fin a los actos violentos para permitir la evacuación de los heridos».

El Día de la Naksa recuerda la Guerra de los Seis Días de 1967, en la que Israel se hizo con el control de los Altos del Golán, Jerusalén Este y de los territorios palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza, ocupación que no está reconocida internacionalmente. Mientras, el Ejército israelí dice que investiga los sucesos ocurridos cuando cientos de personas -la mayoría refugiados palestinos- intentaron cruzar la frontera instalada por Israel. Las autoridades sirias cifran en 23 los manifestantes fallecidos en la frontera y en 350 los heridos.

Fuentes de la oposición siria indicaron que el Gobierno del presidente Bashar al Assad, amenazado por las manifestaciones en contra de su Gobierno, que ha reprimido con dureza, ha ofrecido 1.000 dólares a cada persona que aceptase participar en las protestas en la frontera y 10.000 a cada familia que perdiese a uno de sus miembros en las manifestaciones.

Reacciones

EEUU condenó a Siria por las muertes causadas por el Ejército israelí. Washington «lamentó» la pérdida de vidas y afirmó que «condenamos lo que parece una tentativa del Gobierno sirio de empujar a la violencia para disimular sus problemas internos». Añadió que Israel tiene «derecho a defenderse», pese desde el que disparó es sirio. La UE y el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, compartieron tibieza en sus reacciones. La primera pidió a Israel «mesura y proporcionalidad» mientras que el segundo demandó «el máximo de contención».