Raimundo Fitero
Programación a escote
La muchachada retrógrada de In- tereconomía ha decidido tentar a las audiencias y solicitarles dinero. No es mala idea. Se trata de una prueba de confianza. Sus asiduos deben ser gente pudiente, conservadora, funcionarios de toda la vida, gente de bien vivir, bien comer, bien rezar, por lo que es posible que dentro de nada tengan un capital excedente que les permita ampliar sus platós, cambiar de vino en sus tertulias para que no les amargue el carácter a sus tertulianos y pagarle una terapia a Carlos Dávila, cuya halitosis mental traspasa el plasma de nuestras pantallas.
En “El Intermedio” de La Sexta, Wyoming y Gonzo han preparado una campaña de apoyo para esa recaudación de dinero con el lema central de: “Save the fachas”, con objetivos muy atractivos, como que el toro que es la señal de identidad visual de la cadena no acabe en “Gran Prix” aquel concurso inter-pueblos presentado por Ramón García donde una de sus pruebas más celebradas era soltar una vaquilla que barría a los concursantes en un plató gigante o para que el gato siga yendo al agua y no a la cazuela. Es decir, una campaña que es una declaración de guerra y que seguramente tendrá contestación inmediata para que se siga alimentando la pelea y las descalificaciones de tal manera que uno ha llegado a la conclusión de que se trata de un acuerdo para crear sinergias aunque sea a base de ir a la contra.
Porque una cosa es que “El gato al agua”, sin ir más lejos, tenga una audiencia considerable dentro de lo relativo que es su franja horaria y en TDT pura y otra es que esa audiencia sea toda confesional, fanática y no exista un buen número de extrañados observadores que miran las barbaridades que sueltan esos monstruos por su boca, con todas sus obsesiones y consignas. Más difícil será darles dinero para que sigan gastándoselo en titanlux para el pelo o en corbatas inverosímiles. No, una cosa es ver a los monos del zoo haciéndose pajas y otra cosa es darles dinero. No obstante si todas las cadenas decidieran que los programas funcionaran a escote, nos liberaríamos de muchos de ellos. En Veo7 ya saben lo que es el escote de la medición de audiencias, y el fracaso estrepitoso.
