El Gobierno español ha comenzado a filtrar algunos aspectos más precisos de la reforma de la Negociación Colectiva, que aprobará en el Consejo de Ministros que se celebrará mañana. Permitirá que se traslade a Madrid el epicentro de la negociación de los convenios y dará luz verde a que los empresarios dispongan «con carácter general» del 5% de la jornada de trabajo anual para distribuirla de forma irregular, salvo que se pacte lo contrario. De media, ese porcentaje supone dejar en manos de los empresarios dos semanas y media de la actividad de los trabajadores.

El borrador filtrado indica que se permite a los empresarios establecer salarios inferiores a los marcados en el convenio sectorial de referencia. Recuerda que, si se da ese caso por razones económicas, se debe establecer de manera exacta la retribución y la manera de ir hacia una progresiva recuperación de las condiciones salariales. Fija en tres meses previos la denuncia de los convenios para iniciar su renovación, y fija un máximo de 20 meses para negociar el nuevo. De lo contrario entraría a resolverse por medio de la mediación y el arbitraje.

Según el texto filtrado, todos los convenios colectivos deberán incluir «una forma eficaz de resolver los conflictos».

La CEOE respondió que el texto es insuficiente, mientras que Confebask, que se alinea con la patronal española, pidió un esfuerzo a las partes por cerrar un acuerdo. Esa pretensión es necesaria porque CCOO y UGT advirtieron que aquella reforma que se pacte sin el acuerdo de las partes será «papel mojado a partir de ahora».