Usain Bolt correrá hoy los 200 metros, su prueba fetiche en Oslo. El campeón olímpico y mundia acostumbra a recordar que los 200 le proporcionaron sus primeras alegrías, también los primeros títulos. «Siempre será mi prueba favorita. Llevo entrenándola años y trabajo para perfeccionarla. Después de haber visto a Michael Johnson en televisión yo me convertí en campeón olímpico», recordó ayer en vísperas de la quinta reunión de la Golden League. Aquel fue uno de los momentos álgidos de los Juegos de Beijing, cuando el jamaicano barrió al texano de las tablas en medio del asombro general (19.30). Después siguió retocándolos y durante el Mundial de Berlín'2009 los situó en los actuales 19.19.

Aunque en la capital noruega se anuncia lluvia, ha prometido dar espectáculo. A eso de las 21.47, la carrera será la última del mitin. Su compatriota Mario Forsythe, el británico Christian Malcolm y el noruego Ndure compartirán con él pista y le verán de cerca, aunque el Relámpago volverá a ser el centro de atención de miradas y cámaras.

Tan sobrado fuera como dentro de la pista, Bolt suele parecer ajeno a las correrías de sus homólogos. El también dueño de los 100 metros (9.58) sólo ocupa el cuarto puesto en el actual ranking de la temporada. Sus 9.91 de Roma y Ostrava no le han permitido subir más alto, aunque no le preocupan a sabiendas de que el único lugar donde no se admiten fallos será Daegu, sede de los Mundiales a finales de agosto.

Mientras tanto su principal adversario aprovecha las circunstancias. Tyson Gay cerraba la semana en Clermont (Florida) con la mejor marca mundial del año (9.79). No así el segundo jamaicano en el territorio de la velocidad, Asafa Powell, que ha cedido el protagonismo a otros compatriotas. El domingo en Rabat se frenaba en seco a los 30 metros tras sufrir molestias en el abductor y cruzar la meta andando, temeroso de regresar a la pesadilla de las lesiones.

Las novedades continuaron ayer en Montreuil-sous-Bois. Christophe Lemaitre, el único atleta blanco que ha bajado de los diez segundos, continúa en progresión. Segundo con 9.96, nuevo récord francés, sólo el jamaicano Yohan (9.95 ) Blake pudo con el saboyano. El triple campeón europeo de 21 años superó al antillano Saniel Bailey, diez segundos justos, y al británico Dwain Chambers (10.09).

Las otras dos figuras del equipo galo no se acercaron ni de lejos a sus mejores saltos, pero a estas alturas de curso salieron reforzados con las mejores marcas de la temporada. Tamgho firmó 17,67 en triple y Lavillenie, un pertiguista de seis metros, se quedó en 5,83. Esta tarde en Oslo el trío ruso dará brillo a la altura. Habrá otros alicientes como ver a la sudafricana Semenya tratando de dominar un prometedor 800 tras su segundo puesto en Eugene.