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Brasil abre una ventana al cine vasco con la proyección de una veintena de películas

«Ama Lur», «80 egunean», «Lucio» y «Sagarren denbora» son los cuatro largometrajes que, junto a 16 cortometrajes, representan el cine vasco en la sección Begiradak del festival de Cine Ceará de Brasil.

Marta BERARD (EFE) | FORTALEZA

La tentativa de tejer una narrativa propia, la complejidad de la condición humana, la construcción de la identidad sexual, la osadía creativa del corto y el rigor del documental se exhiben en una muestra dedicada al cine de Euskal Herria, que estos días se celebra en el norte de Brasil.

La vigésimo primera edición del festival de cine iberoamericano Cine Ceará, que desde el pasado miércoles se celebra en la ciudad de Fortaleza, es el hogar de Begiradak (Miradas), una muestra de 16 cortometrajes y cuatro largos que quiere acercar al público brasileño una selección del cine vasco actual.

El comisario de la muestra y uno de los miembros del jurado del festival, Unai Guerra, explicó ayer a Efe que los organizadores del certamen tenían «mucho interés en el cine político actual».

Uno de los trabajos que estos días se exhibe en Fortaleza es «Ama Lur», estrenada en 1968 y considerada por Guerra como «eje fundamental del cine vasco», ya que supone «una narrativa particular y propia». Guerra destacó los esfuerzos realizados por el equipo de producción de la película para sortear la censura sobre las manifestaciones artísticas del régimen del dictador Francisco Franco, que se encontraba en sus últimos estertores.

Otra de las cintas seleccionadas es «80 egunean», largometraje de los realizadores José Mari Goenaga y Jon Garaño, que se proyectó ayer por la noche tras recorrer 60 festivales de cine y haber recogido 19 premios.

«Pensábamos que era una historia muy local, no estábamos muy seguros de si se entendería en todas partes», dijo a Efe Garaño, quien se ha desplazado a Fortaleza para presentar la cinta. Garaño precisó que la película, que aborda la amistad y el amor homosexual entre dos mujeres de edad avanzada, «es una historia de amor, de sentimientos que no se sabe definir».

En su opinión el cine es «un canal para contar historias». «Yo entiendo que el cine está en la historia. Lo más importante es una buena historia, que me haga reír, llorar, pensar», dijo Garaño, quien reconoció que el cine, además de arte, es una industria que a veces deja por el camino trabajos de gran interés.

El realizador y productor aseguró que en la actualidad se atraviesa «un momento extraño», porque «cada vez se hace más cine y es más fácil hacer cine», un hecho que se suma al aumento del consumo de películas, aunque paradójicamente, debido a un cambio en los hábitos, la afluencia de espectadores a las salas de cine no hace más que caer. Sin embargo se mostró optimista: «si una película es buena hará su camino, llegará a algún sitio».

Espacio para el documental

La sección de largometrajes vascos también incluye el documental «Lucio» (2007), que narra la vida del anarquista Lucio Urtubia, un albañil exiliado en el Estado francés, que en la década de los 70 falsificó cheques de viaje por valores millonarios del First National Bank (ahora Citibank) y cuyo importe destinaba a las causas que apoyaba.

El programa se completa con «Sagarren denbora», «una historia de amor y política», en palabras de Guerra, que aborda la vida de una pareja independentista, marcada por el destierro.

Además, los amantes del corto podrán paladear un total de 16 trabajos seleccionados por la organización del festival, entre los que destacan «7:35 de la mañana» de Nacho Vigalondo y «Éramos pocos» de Borja Cobeaga, cintas que fueron nominadas a un Óscar de la Academia de Hollywood.

El festival Cine Ceará, cita destacada para el cine independiente en Brasil, cerrará sus puertas el próximo miércoles tras una semana de exhibición de 100 trabajos cinematográficos, seminarios y homenajes a varias figuras del celuloide brasileño.

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