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Emeritus Monique Chemillier-Gendreau | Presidente honorario de ELDH

La admisión de Palestina en la ONU, obligación de la comunidad internacional

No hay duda de que la paz en la región depende de la normalización de la situación en Palestina y su admisión incondicional en la comunidad de estados. Así, la ONU debe actuar, con responsabilidad

El Medio Oriente se encuentra en un cruce de caminos. Las múltiples violaciones del derecho internacional (la colonización continua por parte de Israel, el bloqueo de Gaza y violaciones de derechos fundamentales) imposibilitan todo progreso hacia la paz y han llevado las negociaciones al bloqueo. En un momento en que los ciudadanos árabes toman el destino en sus manos, sólo el reconocimiento por parte de la ONU de un estado palestino con las fronteras existentes antes de la Guerra de 1967 y con Jerusalem Este  como capital puede abrir nuevas perspectivas. Este reconocimiento debe ser cumplido por todos los estados, en particular los miembros de la UE. Éstos deben escapar de la contradicción que surge cuando la UE otorga ayuda financiera a Palestina sin reconocer el estado palestino.

El reconocimiento es una obligación para los estados y no necesita del consentimiento de Israel. De hecho, bajo el Derecho Internacional todo estado es libre para reconocer a un pueblo como estado si es candidato a ello. Es un paso diplomático independiente. Debemos recordar que el 24 de septiembre de 2010 el presidente Obama propuso que la Asamblea General de la ONU debería «reunirse otra vez el próximo año con un acuerdo que llevase a la creación de un nuevo miembro de la ONU, un estado soberano independiente palestino que viviese en paz con Israel». El 21 de abril de 2011 el presidente francés, Nicolas Sarkozy, informó al presidente palestino, Mahmoud Abbas, de su claro «apoyo a los esfuerzos por crear un estado palestino». Y el ministro de exteriores francés ha señalado que reconocer el estado palestino «es una opción a tener en cuenta», pero que «corresponde a la Unión Europea» decidir. La UE declaró el 13 de diciembre de 2010 que lo hará «cuando llegue el momento».

Esta opinión no debe convertirse en un pretexto para posponer la decisión. El momento ha llegado. Mahmoud Abbas ha realizado una serie de visitas políticas que buscan obtener el reconocimiento del estado palestino. Incluso en Israel un grupo de personalidades, muchos de ellos del Mossad, el Shin Bet, el Ejército y los negocios, han hecho pública una Inciativa Israelí por la Paz en favor de la creación de un estado palestino. Esta iniciativa ha continuado con la firma de más de 60 personalidades, 17 de ellas laureadas con el Premio Israel, uno de los más altos honores en el campo del arte, la ciencia y la literatura, así como escritores como Zeev Sternhell y Yirmiyahu Yovel o el fundador del partido Meretz Shulamit Aloni. Los firmantes recuerdan la Resolución 181 de Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947 que estipula «la creación de un estado judío y un estado árabe independiente». Así como frases de la declaración de Independencia de Israel del 14 de mayo de 1948. Señalan, asimismo, que «hemos mirado alrededor y visto lo que pasa en los países que nos rodean, y hemos llegado a la conclusión que es hora de que los israelíes alcen su voz».

Estas iniciativas deben ser bienvenidas y la comunidad internacional debe actuar con responsabilidad. Han pasado 64 años desde el rechazo de Israel al plan de dividir Palestina. Ahora corresponde a la comunidad internacional asegurar un acuerdo definitivo y justo basado en el derecho internacional. La UE debe tomar la iniciativa y reconocer sin dilaciones el estado palestino con las fronteras existentes antes de la guerra de 1967, con Jerusalen Este como capital y demandar que la ONU haga lo mismo sin dilaciones.

Conforme a lo recogido en la Carta de Naciones Unidas, la aceptación como miembro de un nuevo estado necesita de la decisión de la Asamblea General basada en la recomendación del Consejo de Seguridad. Si algún miembro del Consejo de Seguridad ejercitase su veto, debería convocarse una sesión extraordinaria de la Asamblea General. Esto es posible en virtud de la resolución 377 de 1959, para que en caso de bloqueo por veto se salvaguarde la paz («unidos por la paz»). No hay duda de que la paz en la región depende de la normalización de la situación en Palestina y su admisión incondicional en la comunidad de estados. Así, la ONU debe actuar, con responsabilidad.

Sin embargo, las autoridades nacionales e internacionales no actuarán en esa dirección salvo que no haya apoyo de la opinión pública. Ésta debe movilizarse. Así, personalidades e intelectuales de todo origen, tendencia e interés están invitados a sumarse a esta petición. Para que la paz predomine sobre la guerra. Para que el Derecho internacional no esté solo construido bajo promesas y mentiras. Para evitar tragedias. Para asegurar el futuro de dos pueblos que viven juntos en el mismo planeta.

(*) También firman el artículo Bill Bowring y Thomas Schmidt, presidente y secretario General, respectivamente, de ELDH (Abogados Europeos por la democracia y los Derechos Humanos en el mundo)

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