Las trabajadoras del hogar tendrán contratos y salarios regularizados
La OIT adoptó en su última Conferencia unas normas laborales para proteger a las trabajadoras del hogar. Esta iniciativa es histórica. La Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia señaló ayer que es «un paso muy importante para mejorar las condiciones de trabajo».
Juanjo BASTERRA | BILBO
Conchi Gómez e Isabel Otxoa, de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia (ATH), mostraron ayer su satisfacción ante la aprobación por parte de la Conferencia Mundial de la OIT del convenio que contempla normas laborales internacionales destinadas a mejorar las condiciones de vida de las trabajadoras de ese colectivo. Es la primera vez en la historia que se da ese paso y, a partir de este momento, los gobiernos deben acordar su puesta en funcionamiento para que la nueva legislación entre en vigor.
La ATH de Bizkaia recabó más de un centenar de apoyos a la nueva iniciativa de la OIT, entre ellas de los sindicatos ELA, LAB, STEE-EILAS, ESK, CGT, UGT de Granada, Cáritas y organizaciones feministas, de inmigrantes y otras organizaciones sociales. Las responsables de la asociación vizcaina destacaron, igual que realizó la OIT, que «el trabajo doméstico continúa siendo infravalorado e invisible y lo realizan principalmente mujeres y niñas, muchas de las cuáles son migrantes o forman parte de comunidades desfavorecidas». De hecho, el 6,7% de las mujeres trabajan en este sector en Hego Euskal Herria. Según los datos de la asociación vizcaina, la encuesta de la población activa (EPA) muestra que en Hego Euskal Herria trabajan 20.622 personas en este sector, de las que prácticamente el 92% son mujeres y más de la mitad son inmigrantes. Con datos de la EPA a nivel del Estado español están ocupadas 703.800 personas en el empleo doméstico, pero la Seguridad Social sólo tiene registradas a 294.279.
Isabel Otxoa destacó algunos de los aspectos que el convenio de la la OIT ha puesto sobre la mesa. El más destacado es que el contrato laboral debe figurar por escrito y debe ser concreto en cuanto a la jornada de trabajo, el sistema de pago y los descuentos específicos que se puedan producir. «Ahora esa decisión es opcional, pero ya no será así», precisó Otxoa.
También figurará un registro estricto de horas de trabajo y se contabilizarán todas las horas que la trabajadora esté a disposición del empleador. En cuanto a los salarios en especie, en la actualidad los empleadores podían restar de la paga un 30%, pero la OIT apunta que «debe detallarse qué es lo que se descuenta y lo que vale. Y si la trabajadora está obligada a dormir en la vivienda donde presta su labor, el empleador no puede cobrar el salario en especie», recalcó la representante de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia (ATH). También tendrán derecho a percibir el Salario Mínimo Interprofesional en catorce pagas, porque «hasta la fecha se aplican trece pagas».
Seguridad y salud laboral
Otxoa explicó que la nueva normativa reconoce el derecho a la seguridad y la salud en el trabajo y a la Seguridad Social en materia de bajas para que «se pueda percibir la baja desde el primer día de accidente o desde el cuarto cuando se refiere a una enfermedad» y, además, la OIT llama a controlar a las agencias privadas de colocación para evitar que «se produzcan los abusos. Con este aspecto estamos totalmente de acuerdo y mantenemos una campaña en contra de esa situación».
Conchi Gómez e Isabel Otxoa reconocieron, además, que la respuesta a favor de las demandas de las trabajadoras del hogar por parte de las organizaciones sindicales y sociales significa que «podemos lograr con presión que esa mejoras se adopten sin demora por parte del Gobierno español».
La OIT señala que el sector del empleo del hogar o doméstico reúne a entre 53 y 100 millones de trabajadoras en todo el mundo. Esta disparidad de datos se produce porque, como afirma ese organismo internacional, es un empleo sumergido en su mayor parte. De ahí que con la nueva legislación, como señala el secretario general de la OIT, Juan Somavia, «hemos colocado a los trabajadores domésticos al amparo de nuestros valores, para ellos y para todos aquellos que aspiren a un trabajo decente». Asimismo indicó que «también tendrá repercusiones relacionadas con las migraciones y la igualdad de género», concretó. J. BASTERRA
Las trabajadoras se podrán sindicar y tendrán un contrato específico y donde se refleje de forma clara el salario y los descuentos por comer, por ejemplo. El documento también impulsa la seguridad y la salud laboral en un sector que sufre muchos accidentes.