En media hora, la mayoría absoluta del PNV en el Consistorio bilbaino refrendó sus propuestas de organización de la estructura municipal, así como de los cargos de confianza y asignaciones económicas de los mismos.

Txema Azkuenaga, de Bildu, se abstuvo en el punto concerniente al régimen de retribuciones de los concejales y votó en contra de las renumeraciones y el número de cargos de confianza, que consideró «excesivos».

No prosperó una propuesta de la coalición soberanista de izquierda para que los plenos se celebren por la tarde para propiciar la participación ciudadana. Por cierto, Bildu censuró el «excesivo» peso otorgado en el organigrama municipal al urbanismo -con tres coordinaciones bajo el control de José Luis Sabas, Ricardo Barkala e Ibon Areso- en detrimento de las políticas de igualdad. Esta coordinación fue señalada como un «cajón de sastre», a donde se deriva todo aquello que el PNV entiende que no es prioritario.

Muy crítico fue Bildu con la propuesta de crear Bilbao Ekintza -unión de las sociedad públicas Lan Ekintza, Bilbao Next y Bilbao Turismo-, al estimar que sólo se busca el empleo en áreas relacionadas con el turismo y la hostelería, cuando la ciudad necesita de la generación de empleos en otros campos.