La represión de las protestas sirias vuelve a dejar manifestantes muertos
Siria vivió ayer una nueva jornada negra por la muerte de entre doce y diecinueve manifestantes durante la represión de las protestas contra el régimen de Bashar al-Assad en distintos puntos del país, según un distintos grupos opositores. Mientras tanto, miles de sirios continúan huyendo hacia la frontera de la vecina Turquía, en el noroeste, y París y Berlín apuestan por la ampliación de las sanciones contra Damasco.
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Las fuerzas de seguridad abrieron ayer fuego contra los miles de manifestantes que protestaban contra el régimen de Bashar Al-Assad en diversas ciudades sirias, dejando un saldo de al menos doce muertos, según el Observatorio sirio de Derechos Humanos. Los denominados Comités de Coordinación Locales de Siria, cifraron el número de fallecidos en diecinueve.
«Cinco personas murieron en Homs, dos en Harasta (barrio del norte de Damasco) y dos en Deir Ezzor, después de que las fuerzas de seguridad abrieran fuego contra los manifestantes», declaró a AFP el presidente del Observatorio, Rami Abdel Rahman, desde Londres. Unas 5.000 personas participaron en la marcha de Homs.
Además, otras dos personas habría muerto en Dael (en la provincia de Deraa, en el sur) y una más en Duma (a 15 kilómetros al norte de Damasco) por disparos de las fuerzas de seguridad, según el testimonio de un activista que se protegió en el anonimato.
Abdel Rahman señaló también que «ha habido intensos tiroteos para dispersar dos manifestaciones en Banias y ha habido víctimas». Agregó que los efectivos policiales y militares «persiguieron a los manifestantes por las calles» e instaron los habitantes a «no salir a sus balcones».
Los Comités de Coordinación Locales, por su parte, indicaron que el número de víctimas mortales fue de diecinueve y recalcó que, por primera vez desde el inicio de las protestas a mediados de marzo, se había registrado una muerte en Aleppo, la segunda ciudad más grande del país y un importante centro comercial. Aleppo, de mayoría suní y con un sector comercial vinculado a la jerarquía alauí siria, no ha vivido apenas incidentes en estos tres meses.
Por todo el país
Al margen de las víctimas mortales, miles de opositores al régimen fueron también dispersados en Sweirat, ciudad del sur de mayoría drusa. Las protestas se extendieron a Damasco, Deraa, Jableh, Sarakeb, Rastan, Ksayr, Maraat el-Naaman, Talbisseh, Latakia y Mayadine.
Los manifestantes corearon consignas hostiles al régimen y en solidaridad con las ciudades asediadas por el Ejército.
Otros activistas contactados por AFP señalaron que alrededor de 2.500 personas se movilizaron en Tabqa y en Kurdistán Occidental, donde se reclamó libertad, democracia y reconocimiento constitucional del pueblo kurdo, las protestas congre- garon a 3.000 personas en Amuda, 4.000 en Qamishli y 1.500 en Ras el-Ayn.
La agencia oficial de noticias SANA informó de la muerte de un miembro de las fuerzas de seguridad en Homs y de enfrentamientos con «hombres armados» en esa misma ciudad, en Deir Ezzor y en Damasco. Y mencionó «reuniones» -nunca informa de manifestaciones- en varias ciudades
La represión ha vuelto con fuerza a Siria en una semana en la que, según la oposición, las tropas de Al-Assad han arrestado a miles de manifestantes para prevenir lo que se preveía un día, el de ayer de furia antirrégimen.
Un activista sirio que escapó a Beirut indicó a AFP que sólo esta semana se han realizado entre 6.000 y 7.000 detenciones aleatorias. «Fuerzas sirias, pese a la fuerte presión de Occidente, continúan reprimiendo a manifestantes pacíficos», apuntó. Más de 8.500 sirios han huido de Idlib hacia Turquía o hacia Aleppo, dijo.
El mismo activista sirio dijo que el Ejército se está preparando para tomar Hama, la cuarta mayor ciudad del país, donde dijo que decenas de personas perdieron la vida la semana pasada.
La represión se produjo en un nuevo día de protestas, bautizado como «Viernes del jeque Saleh al-Ali», en homenaje a uno de los héroes contra el colonialismo francés del siglo XIX, en el que miles de sirios desafiaron de nuevo el cerco policial y militar en torno a algunas ciudades.
«Hemos venido sin nada»
Mientras tanto, miles de sirios continúan huyendo hacia la frontera con Turquía, mostrado al llegar al país vecino su miedo por la brutal intervención de los militares en sus pueblos.
«Vinimos sin nada. El Ejército disparaba en todas direcciones, con tanques y armas ligeras. Hemos caminado a través de montañas y valles» hasta la frontera, declaró a AFP Abu Ahmed, que huyó de Shugur al-Kalima.
En total, desde el 15 de marzo, cerca de 10.000 sirios han buscado refugio en Turquía, donde la Media Luna Roja ha instalado cinco campamentos en la provincia de Hatay. Más de 1.300 civiles y 340 policías y militares han muerto, según las ONG, desde el inicio de las revueltas populares que piden reformas políticas y la caída del régimen de al-Assad. Ha habido unos 10.000 arrestos. Según las autoridades, grupos armados y a una gran conspiración internacional de estar detrás de las protestas.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró ayer que tanto París como Berlín están de acuerdo en la necesidad de endurecer las sanciones contra el régimen sirio. «Francia, mano a mano con Alemania, pide que se endurezcan las sanciones contra las autoridades sirias, que están llevando a cabo acciones intolerables e inaceptables y reprimiendo a la población», declaró durante una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel.
Los rebeldes libios negaron ayer cualquier contacto con Trípoli, como había afirmado el enviado especial de Rusia para África, mientras continúan los bombardeos de la OTAN sobre Trípoli y los de las tropas gadafistas sobre Misrata, donde ayer murieron diez civiles, según los rebeldes.
«No hay negociaciones en curso» con el régimen de Muamar al-Gadafi, afirmó el dirigente rebelde Mahmud Jibril en Nápoles. Durante una rueda de prensa ofrecida junto a Franco Frattini, ministro italiano de Exteriores, Jibril señaló que «si las negociaciones fueran a tener lugar», el Consejo Nacional de Transición (CNT) «se ha comprometido a anunciarlo a todos sus amigos del mundo». También Frattini cuestionó esa posibilidad.
El enviado ruso, Mijail Margelov, dijo que los contactos se estaban llevando a cabo en varias capitales europea.
París indicó a AFP que no estaba al tanto de esas conversaciones.
Ninguna de las partes ha admitido la existencia de negociaciones. Los rebeldes exigen la salida previa de Gadafi, pero el régimen insiste en que eso es innegociable.
En un mensaje de audio difundido por la televisión estatal, Gadafi reiteró ayer que OTAN será «derrotada», porque esta la primera vez que se enfrenta a millones de personas armadas y advirtió de que no abandonará el país, aunque la Alianza utilice armamento nuclear para bombardear Libia. GARA
Al menos seis personas personas, entre ellos un soldado y un adolescente de 14 años, murieron ayer en Trípoli, en el norte de Líbano, durante un tiroteo entre suníes y alauíes desencadenado tras una manifestación en solidaridad con el pueblo sirios. Los enfrentamientos continuaban a primera hora de la noche.
Miles de chiítas bahreiníes se manifestaron ayer en Manama, convocados por el principal movimiento de oposición chií, Al-Wefaq por segunda semana consecutiva. La oposición organizó el pasado sábado una marcha, la primera permitida por las autoridades desde la sangrienta represión del movimiento de protesta en marzo.
Varias mujeres saudíes desafiaron ayer la prohibición de conducir y se atrevieron a manejar sus coches, secundando una convocatoria para protestar contra la discriminación que sufren. En Arabia Saudí rige una estricta interpretación de la ley islámica, que impone la segregación de sexos en espacios públicos y muchas restricciones para las mujeres.
Al menos 16 personas murieron en un ataque perpetrado por entre 250 y 300 talibanes contra miembros del cuerpo de guardias de fronteras y otras fuerzas de seguridad paquistaníes en el poblado de Mamund, una zona tribal limítrofe con Afganistán, informó ayer a Efe una fuente policial.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, ayer en un discurso televisado que el referéndum sobre la nueva Constitución tendrá lugar el próximo 1 de julio, y avanzó que él participará en esta consulta para votar a favor del texto. El proyecto de reforma «tiene como objetivo fortalecer los pilares de la monarquía constitucional, democrática, parlamentaria y social», señaló el monarca alauí.
En su mensaje explicó los cambios introducidos en la nueva Constitución y que implican que el rey -que ya no será «sagrado» sino «inviolable»- cederá parte de sus competencias al primer ministro, que será elegido por el monarca en el seno de la mayoría parlamentaria y se llamará presidente del Gobierno. Esta medida supondrá «el surgimiento de un Gobierno elegido por sufragio universal directo», recalcó el rey. El primer ministro será quien nombre a los ministros, altos funcionarios, directores de empresas públicas y embajadores, aunque en algunos casos necesitará el aval del monarca, que conservará su poder en materia de seguridad y de religión.
La nueva Carta Magna, aprobada ayer por el Consejo de Ministros, se compone de un preámbulo y 180 artículos -frente a los 108 que tenía hasta ahora- y reconoce también al amazigh (lengua bereber) como idioma oficial. Una gran parte de la población marroquí se comunica en alguno de los tres dialectos de la lengua amazigh, defendida por la gran mayoría de la sociedad.
En este aspecto, los islamistas no han conseguido imponer su visión arabizante de la sociedad, aunque sí han logrado que se recoja la declaración de Marruecos como Estado musulmán que garantiza «la libertad religiosa». GARA