
Jos� Steinsleger Periodista y escritor
Neoliberalismo y �gente com�n�
Tras mucho sembrar, la globalizaci�n excluyente cosech� m�ltiples contrasentidos. Tenemos, por ejemplo, a los neoliberales de izquierda (NI) y derecha (ND) que interpretan a la �gente com�n�Cuando alguien escribe con �nfasis que defiende a la �gente com�n�, en la mente de un lector con baja autoestima se dibuja una interrogante: �y yo qu� ser�? Pero si en conversaci�n con aquel alguien verbaliza la inquietud, se le dir� que tambi�n es parte de la �gente com�n�. El �tambi�n� suena interesante.
Distinto ser�a si el atribulado lector preguntase qu� es la �gente com�n�. Entonces, sin mucho rollo (la �gente com�n� ser�a inmune a los rollos), el alguien le responder�: la gente com�n es la gente com�n.
Como �el movimiento se demuestra andando� (esforzada deducci�n), el alguien sale a la calle (vayamos sabiendo que la �gente com�n� circula por la calle) y plantea lo siguiente: �Se�or/se�ora: �usted es `gente com�n'?�. Incluyendo el asesino serial a la espera de ser consultado, la respuesta dif�cilmente ser� negativa.
�Cient�ficamente�, qued� probado que todas las personas se identifican con �gente com�n�. Incluyendo las que a diario, para sortear la crisis, meditan en la sugerencia del chef Jonathan Swift: almorzarse a sus propios hijos. Seguimos en las mismas: �qu� es la �gente com�n�?
En otro lugar planteamos que el neoliberalismo y la posmodernidad (su ideolog�a de punta) expresan algo m�s que un modelo econ�mico. Ambos trastornaron el cacumen de vers�tiles legiones de izquierdas y derechas, pulverizando la noci�n de sentido en lo pol�tico, ideol�gico, social, institucional, hist�rico y cultural.
Tras mucho sembrar, la globalizaci�n excluyente cosech� m�ltiples contrasentidos. Tenemos, por ejemplo, a los neoliberales de izquierda (NI) y derecha (ND) que interpretan a la �gente com�n�.
V. gr. (por derecha): un presidente negro que defiende a la plutocracia blanca y legitima la �guerra necesaria� cuando lo galardonan con el Nobel de la Paz. Un calenturiento ex director del FMI que hasta su ca�da en desgracia fung�a como candidato presidencial por el Partido Socialista franc�s.
V. gr. (por izquierda): movimientos sociales y personajes de �tica probada que, por confusi�n ideol�gica (purismo, principismo), terminan siendo funcionales a las fuerzas que impugnan. O el supuesto de que el capitalismo salvaje y la violencia ser�n conjurados a golpe de sombrerazos, y de cuanta causa noble exista.
Los NI presumen de simplicidad. Los ND de simplismo. Es claro que el primero no apoyar�a al referido azote de la econom�a mundial y de las camareras de Nueva York. En tanto, el ND dir� que liderar el FMI y ser socialista pragm�tico no excluye ser eficiente y calent�n.
Los ND descienden de San Agust�n de Hipona, la pirater�a, los fisi�cratas, la Santa Alianza, el estado de bienestar de Bismarck y Keynes, el movimiento eugen�sico, el colonialimperialismo, el nazisionismo, la escuela econ�mica de Chicago, el integrismo islamocristiano, la perestroika, la sicolog�a conductista, el �derecho-de-Israel-a-defenderse�, el narco, la �mano dura� y las mafias burs�tiles.
A su vez, los NI vienen de San Francisco de As�s, los gremios medievales, el �buen salvaje� de Rousseau, el �falansterio� de Fourier, la producci�n artesanal, el romanticismo, las cuatro internacionales de trabajadores, las ideas de Thoreau, la �no violencia� de �ltima hora de Tolstoi, los hippies, el inconducente pacifismo de Gandhi, el �ac� y ahora� de la sicolog�a gestalt, la retorcida moralina de Camus, el 68 parisino, y la terapia de abrazar a los �rboles para cargarnos de �energ�a�.
Los ND y NI no son iguales, pero mucho los iguala: rechazan los �viejos relatos� de la revoluci�n francesa y bolchevique y el bolivarianismo, se averg�enzan de la historia nacional y enaltecen la extranjera, comulgan con las redes sociales digitales y, lobotomizados por la web, les resulta inc�modo hablar cara a cara mir�ndose a los ojos. Por razones de salud individual y ambiental, no fuman ni permiten fumar, pero se atoran con tacos de chicharr�n y cochinita pibil en doble tortilla.
En la �gente com�n�, los NI advierten un magma social capaz de trascenderse a s� mismo, y los ND un mercado de exclusi�n a lo bestia. Los unos invocan principios �ticos y morales. Los otros se pasan estos principios por el arco del triunfo.
Los ND y NI rechazan las mediaciones que las sociedades articulan para regular la antropofagia ideol�gica, y frente a los gobiernos populares emplean iguales calificativos: reformista, populista, neodesarrollista, progresista. Si un l�der equis recibe el apoyo de las mayor�as y defiende sus intereses, los NI y ND (con distintos enfoques) dir�n que la �gente com�n� comete un error.
Con melindrosidad, los ND y NI reclaman su derecho a �sentir y pensar distinto�. Y en efecto, sienten y piensan distinto. Los unos son agresivos, insensibles, crueles. Los otros son altruistas, inofensivos, bienintencionados. Pero el orden de los factores (a m�s de no alterar el producto) los hermana: sentirse inspectores y guardianes de la �gente com�n�.
Cosas que llevan a ejercer lo que rechazan: el autoritarismo, el paternalismo, la demagogia, el dogmatismo y el sectarismo, madre de todos los �ismos�. Paradoja: si los ND y NI no son iguales y aman a la �gente com�n�... �a causa de qu� la subestiman tanto?
� La Jornada