GARA > Idatzia > Euskal Herria

Sólo 533 de los 2.567 espectadores del Frontón Bizkaia ven toda la cancha

Un informe pericial sobre el proyecto del Frontón Bizkaia, en el barrio bilbaino de Miribilla, concluye que sólo 533 de los 2.567 espectadores que puede albergar la instalación construida por la Diputación tiene una visión correcta de la cancha. A pesar de la importante inversión pública –que rondó los 24 millones de euros, más otros 8 para la explotación de la infraestructura durante un lustro–, un arquitecto forense advierte de las deficiencias de la nueva cancha.

p022_f01.jpg

 Agustín GOIKOETXEA |

Poco después de finalizar su construcción, la Federación Internacional de Pelota Vasca informó de que el Frontón Bizkaia no cumplía la norma para acoger un Mundial, algo que ha venido persiguiendo la institución promotora, la Diputación vizcaina. El máximo órgano federativo subrayó que la cancha de mano de Miribilla rebasa en metro y medio la longitud que fija el reglamento, al medir 38 metros del frontis al rebote.

Si aquella información fue demoledora, aunque ocultada en los previos de las elecciones municipales y forales, no lo es menos el informe pericial al que ha tenido acceso GARA. La propia naturaleza del documento, un informe pericial rubricado por un arquitecto forense no deja espacio a la duda ya que por su rigor profesional no se puede rebatir por otro informe pericial que demuestre errores, falta de conocimientos de su redactor y tesis contrarias. Es más, este trabajo técnico es conocido por la Federación Internacional de Pelota, en concreto por el arquitecto Rafael Araujo, máximo responsable de supervisar los frontones en construcción, y Josean Iraundegui, secretario administrativo de la entidad.

El informe –según desvela su autor, Francisco Javier Arguinzoniz— se redactó a instancias de personas y entidades jurídicas «interesadas en que dichas obras de pública financiación y control se hubiesen ejecutado técnica y económicamente de una forma correcta». El arquitecto destaca que desde que detectó «a nivel de proyecto irregularidades» y cuando trató de ponerse en contacto con cargos públicos y de las empresas para advertirles de su alcance, pues ya se estaba construyendo, no fue atendido. Es más, precisa que envió diferentes documentos al diputado general, José Luis Bilbao, «que jamás contestó a nada personalmente».

La conclusión que obtiene el arquitecto forense es que del aforo contabilizado, de 2.567 espectadores –lejos de los 3.000 que aseguró la empresa foral Azpiegitura que tiene el frontón corto de Miribilla–, sólo 533 tienen una visión correcta. Por ello, estima que las localidades que carecen de las condiciones normales de visibilidad no pueden sacarse a la venta. «Ni aun cobrándose menos o algún tipo de arreglo podría justificarse esta situación en un local nuevo (no es un teatro histórico o de ópera donde es frecuente que existan algunas localidades sobre todo en palcos que no cuenten con una visibilidad completa)», precisa Arguinzoniz Deprit.

El perito comenta que tan sólo se fija en el grado de visión que marcan las isópticas verticales –medición técnica de la óptica–, ya que al ser ya éstas negativas, otros resultados obtenidos por otros parámetros pueden ser «aún peores». No se quiere entrar en aspectos acústicos, aunque se aventura que el empleo de hormigón, piedra y asfalto fundido, propios de la instalación deportiva, con más hormigón visto por todas partes  «podría dar reverberación o sea mala acústica, que contaminará todo el sonido de la pelota, altavoces, música, o ruido del público», apostillando que el gran volumen del local es un factor que juega a su favor.

Respecto al análisis de la cancha, considera que sus condiciones actuales no la hacen buena para la práctica de la pelota mano «y menos aún para herramienta pala, cesta o remonte». «No obstante sí podría modificarse y hacer de él un frontón de mano corriente», puntualiza, antes de explicar que debería tener el frontis de 10,5 a 11 metros de zona de juego y de longitud los 36 metros reglamentarios, adelatando el rebate, «pero claro –apostilla– los graderíos aún se alejarían más porque la puerta de la pared izquierda no permite acercarlos, pero así al menos cumpliría su función».

En cuanto a su conversión en una cancha de herramienta, considera que se podría ganar unos metros atrasando el rebote de cristal pero aclara que siempre aparecería en la pared izquierda la puerta de acceso a la cancha y, asimismo, no se alcanzaría la medida propia de estos frontones, que es en la zona de juego del frontis entre 11,5 y 12metros y en longitud de 54 metros «y requiere además un frontis diferente».

Riesgo para los cestistas

También incide en la necesidad de corroborar la queja de algunos pelotaris, que se quejan de que la pared izquierda tiene defectos de planitud. En caso de que fuera cierta, el arquitecto forense manifiesta en su informe que habría razones de seguridad para prohibir el juego con cesta especialmente. «Al recoger de revés, la cesta está muy próxima a la cara del pelotari, y el casco no puede protegerla, y ya se han dado casos graves de pelotazos en la cara, de esta forma en la historia de la pelota».

De cara a mejorar la visibilidad, se apunta a una remodelación general de los graderío superponiendo sobre ellos otros de material más ligero y con geometría adecuada.
Precisa que con reducciones del aforo «y soluciones de encuentros actuales con contrarrampas», podría mejorarse la visión vertical, pero al ser los graderíos lineales la mejora no sería total.

Tampoco paso por alto el informe pericial que en la obra ejecutada se aprecia una diferencia respecto a lo que estaba proyectado en la grada superior frontal, la emplazada detrás del rebote de cristal. El autor baraja la posibilidad de que, a raíz de unas denuncias que efectuó en marzo de 2010, se han producido variaciones para que la visión de los espectadores de esa área mejorase. «Parece estar hecho simplemente, sin calculo correcto de isóptica, pero aumentado la pendiente del graderío y haciendo del anterior dos zonas diferentes, y otra lateral para los equipos de retransmisiones», constata.

Francisco Javier Arguinzoniz asegura que cuando cursó una visita a la obra a mediados de marzo del año pasado ya constató errores «al comprobar que los pórticos de apoyo de los graderíos ya carecían de toda condición de diseño para un local de espectáculo». Puntualiza que el error «se multiplica y magnifica» por querer lograr un aforo de 3.000 localidades en el frontón corto y 458 en el trinkete, lo que obliga a situar graderíos «en toda clase de lugares».

No le parece adecuada la orientación de la instalación en el solar que se levanta en el bilbaino barrio de Miribilla, ya que no es norte como sucede en otras infraestructuras deportivas para ganar luz, y también califica de «extraña, muy extraña» las medidas del frontón y a la caliza que se empleado..
Un proyecto marcado por la quiebra de Fonorte

Con la inauguración oficial el 5 de marzo del complejo deportivo Bizkaia –que incluye un frontón corto, trinkete y una kirol etxea– se materializaba un proyecto foral que tuvo que enfrentarse a la quiebra de la constructora Fonorte y las divergencias entre su responsable, Jabyer Fernández, y el diputado general, José Luis Bilbao. Un proyecto, por otro lado, que se ha hecho realidad a las puertas de las elecciones municipales y forales, con dos años de retraso sobre previsiones que se avanzaron a la opinión pública.

A raíz de los problemas de la adjudicataria, el 2 de julio de 2009 se paralizaron los trabajos, que se reanudaron el 14 de diciembre de ese mismo año tras volver a adjudicar las obras, en medio de los dimes y diretes entre los responsables de Afer-Fonorte y de la Diputación. A consecuencia de los retrasos, ante la cercanía de los pasados comicios de mayo, los trabajos se realizaron a contrarreloj. En el camino, además, la empresa foral que lo promovía, Kirolgintzan, se fusionó con otras sociedades públicas en julio de 2010 en Azpiegiturak.

El objetivo de la Diputación era integrar en el complejo de Miribilla el frontón, un trinkete y la sede de todas las federaciones deportivas del herrialde dispersadas por Bilbo, con un proyecto diseñado por el Estudio de Arquitectura y Urbanismo Javier Gastón Ortiz y Marcelo Ruiz Pardo. Hay quien ha tachado de «bilbainada» el proyecto de Miribilla, al estimar que no hay suficiente demanda para llenar semanalmente el aforo del Bizkaia y que la inversión pública podía haberse dirigido a otras necesidades más acuciantes.

La institución foral ha debido desembolsar algo más de 24,4 millones de euros, sin IVA, 9 más de los que se apuntó en febrero de 2006 que costaría; aunque el aforo ha crecido en unos 200 espectadores. En la actualidad queda por aclarar cuál será la empresa que se encargue de explotar el equipamiento, en los que se invertirá en un lustro nada más y nada menos que otros 8 millones de euros de las arcas públicas.A.G.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo