El Ejército sirio extendió ayer las operaciones en las poblaciones del noroeste del país, cerca de Turquía, para acallar las protestas de la población que enterraba ayer a los muertos en la jornada de movilización del pasado viernes, en la que 19 personas perdieron la vida, según los Comités Locales de Coordinación, que contabilizaron unas 70.000 personas en estos funerales.

En Deir Ezzor, en el este de Siria, casi 20.000 personas mostraron su ira en las exequias de dos manifestantes muertos la víspera según el opositor Observatorio Siriio de Derechos Humanos, que también relató que miles de personas participaron en los funerales de otros cinco manifestantes que la policía mató en Homs.

Igualmente señaló que los asistentes a funerales en Duma, a 15 kilómetros al norte de Damasco, acabaron llevando a cabo una sentada ante la mezquita.

A la vez, soldados sirios apoyados por 15 tanques, entraron en la localidad de Bdama, donde se escucharon disparos. También entraron vehículos militares en la ciudad de Khan Cheikhune, asediada por el Ejército hace varios días.

Según el Observatorio, 1.309 civiles han muerto por la represión de las fuerzas de seguridad, pero también da cuenta de la muerte de 341 miembros de estos cuerpos, lo que apunta la idea de que las revueltas han llegado a enfrentamientos armados en algunos casos.

En este contexto, Gran Bretaña llamó a sus ciudadanos a abandonar Siria en vuelos comerciales ante el temor de no poder organizar su evacuación si la situación empeoraba aún más. En el Cairo, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, expresó la «inquietud del mundo árabe» ante la crisis siria y añadió que el problema ha sido objeto de muchos contactos entre los dirigentes de la región.

Refugiados

Por otra parte, Turquía permitió ayer la entrada de periodistas en el campo de refugiados de Boynuyogun, pero interrumpió las conversaciones cuando éstos comenzaban a formular preguntasa los desplazados sirios. Apenas alcanzaron a decir que «aquí nos cuidan».

Varias decenas de hombres aprovecharon para organizar una pequeña manifestación a la llegada de los periodistas coreando lemas contra el régimen sirio y sus medios de comunicación y de gratitud con el Gobierno turco.