Repasando el cartel del presente Azkena de Gasteiz, queda claro que predominan los artistas veteranos, con leyenda. Parece que, salvo que la orientación de un festival sea hacia el pop, lo moderno o el baile (como el Sónar de Barcelona o el FIB, en menor medida), las opciones más viables económicamente pasan por recurrir a las formaciones rockeras con amplio recorrido.

En este punto, más vale no preguntarse si las generaciones jóvenes se están desenganchando del rock, porque si la respuesta fuese afirmativa, la verdad sería terrible. Obviamente, no se olvida que Azkena se dirige, desde su creación, a un aficionado con una determinada cultura musical afianzada, donde también habrá que incluir a los zagales inquietos (sobre este asunto el viernes 24 hay una charla debate en Artium que convendría no perderse), pero esta singularidad no resta para que pueda haber en el cartel formaciones de última generación y si no están, sólo cabe pensar, que la organización no lo ve práctico, con lo que esta decisión conlleva.

Imprescindibles

En música, el equilibrio no existe, los gustos tiñen la mayoría de las reflexiones; sin embargo, perdura una verdad relativa que sirve para transmitir opiniones. Si tomamos la programación del jueves, lo cierto es que todo es imprescindible. Habrá, quien haya visto a Ozzy cinco o seis veces, pero seguro que no le importará reincidir una vez más. No es sólo él, es el repertorio que escoja, los sentimientos que comuniquen esas canciones, y ver cómo suena su actual banda. Ozzy Osbourne es el más popular de la noche, es innegable, pero las demás opciones resultan tan magnéticas o más que la del sueño de Birmingham y su opaco sonido.

El sábado es un día más revuelto. El escenario 1 es el de la apuesta segura, el lugar donde se podrá comprobar, por ejemplo, si unos veteranos como Cheap Trick poseen aún su magnetismo y si su repertorio no ha perdido vigencia. Primus exigen más que un «a ver qué es esto. su sonido es espeso y Azkena se adentra con ellos en uno de sus lados más genuinos. Queens of the Stone Age también son parte de la piel del festival y, salvo percepción contraria, lo más sugerente de la jornada. Con todo, el escenario 2, el de la carpa, ofrece cuatro bandas que no nos gustaría perder, en especial la propuesta de Clutch; lástima que el cuerpo tenga que esperar hasta las 2.40.

El sábado también se muestra como otro día denso, imposible de seguir de inicio a final, aunque se lo merezca. La mayoría tirarán, con lógica, o con su lógica, hacia Gregg Allman, que puede apostar por un repertorio extraído, en parte, de la Allman Brothers Band, lo que sería fantástico, u optar por su carrera en solitario, muy lejos de ser popular o conocida. Brian Setzer es uno de los mejores guitarrista de la historia del rock and roll, y parece que la apuesta irá por su lado más rockabilly. Paul Weller es enorme y ya lo demostró el año pasado en el Bilbao BBK Live. Y una pena que Danzig aparezca cerca de las 3 de la madruga, una buena hora bruja, pero lejana. Previamente, el último día de Azkena habrá ofrecido la oportunidad de seguir a New Bomb Turks, Band of Horses y Bright Eyes, tres pelotazos de propuestas que desde las 17.45 hasta las 23.00 estarán en el escenario 2.

Curiosidades

El montaje del festival comenzó el pasado lunes 13 de junio y concluirá el martes 28. Se requieren 150 personas de seguridad. Hostelería se lleva 75 camareros, 10 jefes de barra y 10 almaceneros y bodegueros. Equipo de trabajo, 60 personas. Last Tour International (producción, taquillas, pulseras, monedas, merchandising, prensa, sponsors...), otras 60 personas. El artista con más necesidades de personal es Ozzy Osbourne, que lleva a 30 de gira.

La oferta gastronómica incluye parrilla argentina, perritos calientes alemanes, Kebab y bocadillos. Como novedad en el Azkena Rock Festival, se incluirá un puesto de comida exclusivamente vegetariana con cus-cus con verduras, arroz con curry, tallarines con verdura, falafel, tes o zumos naturales.

La zona de mercado estará compuesta por más de una veintena de puestos en los que se podrá encontrar ropa, discos, libros, tatuadores, chaquetas de cuero, revistas u ONGs. El mercado también acogerá el puesto oficial del festival, que contará con una decena de trabajadores y en el que se podrán encontrar todos los artículos que están a la venta en Last Tour Shop y el merchandising de las bandas que actúan en esta edición 2011.

Hoteles y vacaciones

A diferencia de otras ediciones o festivales, por el momento ningún artista ha solicitado coches de lujo. La organización tiene reservadas un total de 550 habitaciones en hoteles y apartamentos de Gasteiz, aunque algunos de los artistas principales dormirán en Bilbo para visitar durante el día el Museo Guggenheim. Muchos de los artistas aprovechan la visita a Gasteiz para quedarse unos días en Euskal Herria de turismo. Clutch ha solicitado probar los pintxos de Bilbao y Bad Brains tendrá unas mini vacaciones en Donostia.